Denuncias por vivienda

Contra la vivienda indigna. V de Vivienda. Todos juntos podemos.

martes, diciembre 11, 2007

Duro varapalo del Senado a Zapatero al vetar su última ley de Presupuestos

J. L. Llorente/ abc
Madrid


Mal se ponen las cosas al Gobierno socialista en este tramo final de la legislatura. El Senado dio ayer un duro varapalo al Gabinete de Zapatero al vetar el proyecto de ley más importante del año, el de Presupuestos Generales del Estado. El veto de la Cámara Alta pone de nuevo contra las cuerdas la estabilidad parlamentaria de los socialistas, que deberán recurrir de nuevo a la carrera a los diputados tránsfugas para salvar las cuentas públicas de 2008 a su vuelta al Congreso (previsiblemente el próximo día 20).

En esa votación, el PSOE necesitará de mayoría absoluta para levantar el veto del Senado, algo que ya no resulta nada fácil al partido mayoritario. Si no lo consigue, los Presupuestos para 2008 decaen y se prorrogan automáticamente los de 2007. Se vendría así abajo la estrategia de los socialistas, que contaban con las cuentas del Estado del año próximo para financiar buena parte de sus promesas electorales de los comicios de marzo. El Gobierno no tendría más remedio que habilitar unas líneas de crédito para dotar de dinero determinadas políticas, un laberinto administrativo en plena campaña electoral.

Devolución inmediata

La bomba informativa de la jornada de ayer estalló a media mañana, cuando el Pleno del Senado aprobó el veto a la sección de Vivienda de los Presupuestos para el 2008 presentado por CiU, lo que supone la devolución inmediata del texto presupuestario al Congreso sin ninguna de las enmiendas propuestas por la Cámara Alta. El veto de los nacionalistas catalanes contó con el apoyo de cinco grupos (122 senadores del Partido Popular, seis de CiU, cuatro de ERC, cuatro de CC y uno de EA), lo que sumó un total de 137 votos a favor frente a 117 votos en contra. La sección 27 -la de Vivienda- contaba con dos vetos, los correspondientes a los grupos de PP y CiU. El primero en votarse por orden reglamentario fue el de los nacionalistas catalanes y, como salió adelante, no hizo falta que la Cámara se pronunciase sobre el segundo.

No obstante, los senadores del PP se mostraban encantados con el resultado de la votación. El portavoz del Grupo Popular, Pío García-Escudero, sostuvo que «terminamos la legislatura como la empezamos, con un veto a la ley más importante del año en el Senado, con un Gobierno débil, con apoyos débiles y con una política económica que recibe la tarjeta roja en una Cámara parlamentaria». «En 2004 -explicó García-Escudero- vetamos los Presupuestos de 2005, en lo que fue la primera tarjeta amarilla a las cuentas de Zapatero; hoy (por ayer) le hemos enseñado la segunda y dos amarillas, como en el fútbol, es tarjeta roja».

Desde CiU, el senador Carles Gasoliba explicó que el veto responde al incumplimiento del Estatuto catalán en materia de vivienda. «El Gobierno y el Ministerio de Vivienda no hacen caso a la legalidad», indicó Gasoliba. Su compañero Pere Macias sostuvo que el Presupuesto del Ejecutivo socialista supone una invasión de competencias y recordó al Gobierno que el veto ha contado con el apoyo de cinco grupos parlamentarios. «No se puede culpar a CiU y al PP», subrayó.

Los socialistas catalanes no culpan a CiU ni al PP, sino a ERC. El coordinador de los diputados y senadores del PSC, Daniel Fernández, aseguró que Esquerra ha cometido un «error» al sumarse al veto «cínico» impulsado en el Senado por CiU y apoyado por el PP.

Por su parte, el vicepresidente Pedro Solbes -presente en la votación- descalificó el veto con el argumento de que «va en contra de los intereses de los ciudadanos y se debe a «la proximidad del periodo electoral». Mientras tanto, el secretario general del PP, Ángel Acebes, interpreta que la decisión del Senado demuestra que la legislatura va a finalizar con una perspectiva de «inestabilidad» en los apoyos del Gobierno, que se suma, aseguró, a la «falta de política y de modelo económico».

Difícil votación

De hecho, el PSOE no tendrá fácil esta vez ganar la votación del Congreso. El artículo 122 del Reglamento precisa que para levantar el veto es necesario el voto contrario de la mayoría absoluta, lo que supone 176 votos. Si no se alcanzase dicha mayoría, habría una segunda oportunidad a través de la mayoría simple en una nueva votación que debería celebrarse dos meses después de su interposición en el Senado, lo que en este caso no sería posible, ya que las Cortes se disuelven en enero por la convocatoria de las elecciones. En principio, el PSOE tiene seguros los apoyos del PNV, BNG y la Chunta Aragonesista, con los que suma 174 diputados. Para llegar a la mayoría absoluta necesitará, por lo tanto, a los diputados tránsfugas del PP -Joaquín Calomarde- y CC -Román Rodríguez-. Con esos votos, los socialistas salvaron «in extremis» (hace mes y medio) el primer debate sobre las cuentas públicas y la reprobación (hace quince días) de la ministra de Fomento. Pero ahora la situación es distinta -y más difícil, si cabe- para el PSOE, ya que hace falta la mayoría absoluta. Además de asegurarse los votos de esas minorías y los dos tránsfugas, el grupo mayoritario necesita que no falte ningún diputado que le pueda apoyar, tanto del PSOE como de sus aliados.

Etiquetas: , , , ,

Counter
Site Counters