BCN solo logra cubrir 80 de las 771 solicitudes de alquiler para jóvenes
• La nueva oficina municipal cerró 58 contratos de abril a agosto, bajo un precio medio de 700 euros
• El ayuntamiento pide tiempo para consolidar el proyecto, que busca movilizar a los propietarios
ALBERT OLLÉS/ El Periódico
BARCELONA, 14/9/2007
Buena voluntad, pero pocos resultados. Ese podría ser el balance provisional de los cinco primeros meses de funcionamiento del servicio municipal de vivienda joven de Barcelona. Un programa de la Generalitat cuya gestión fue transferida el pasado abril al ayuntamiento, y que entre ese mes y agosto solo ha logrado ofrecer 80 pisos a pesar de contar con 771 solicitudes.
La cifra, que ofrece un porcentaje de casi una vivienda por cada 10 aspirantes, se corresponde con la realidad del resto de la oferta pública de la ciudad (el pasado febrero 54.440 personas optaron en el último sorteo municipal a solo 1.509 viviendas de protección).
Pero no por ello deja de ser preocupante, sobre todo si se tiene en cuenta que en esos mismos cinco meses --y sin haber publicitado la iniciativa-- se atendió a 12.557 jóvenes barceloneses.
De estos, 1.230 entraron en la bolsa de alquiler como solicitantes, lo que se concretó en 771 pisos reclamados (muchos aspirantes optan a vivir juntos en un mismo espacio para compartir el pago). El resultado fue de 58 contratos cerrados, entre los 80 pisos ofertados, y 113 jóvenes alojados (solo pueden acceder los que tienen entre 18 y 35 años).
MÁS DEMANDA QUE OFERTA
La concejala de Juventud, Elsa Blasco, reconoció ayer que la demanda sigue estando muy por encima de la oferta --un problema que también se vive en el mercado libre-- y pidió más tiempo para evaluar la gestión del servicio. "Cinco meses, con el verano por enmedio, no son suficientes para sacar conclusiones", dijo. El consistorio barcelonés mueve actualmente un parque de 1.222 viviendas alquiladas a jóvenes, que solo quedan libres cuando estos deciden cambiar o si han cumplido un periodo de cinco años viviendo en el piso.
Blasco estuvo acompañada por el consejero delegado de Vivienda, Antoni Sorolla, que destacó los más de 2.000 propietarios a los que se ha atendido en los cinco primeros meses, ya que uno de los principales objetivos del programa es el de "convencerlos para que se movilicen y pongan más pisos en oferta".
Para lograr ese reto, el ayuntamiento hace las veces de mediador entre el arrendador y el arrendatario y garantiza al titular de la vivienda el pago de las mensualidades y que el piso no sufra desperfectos, dos de las principales preocupaciones de los propietarios. "El arrendador recibe garantías extra si decide secundar este programa en relación a si alquila su vivienda en el mercado libre", explicó Blasco.
De cara a los solicitantes, les asesora sobre sus deberes y derechos y rebaja entre el 6% y el 12% el precio de los pisos incluidos en la bolsa de alquiler, en referencia a su coste en el mercado privado. Los que se adjudicaron entre abril y agosto tenían un precio medio de 700 euros, una cifra alta pero que se ha de dividir entre más de una persona, ya que en buena parte de los casos se trata de viviendas compartidas.
AYUDAS ECONÓMICAS
El programa de vivienda para jóvenes se completa con ayudas económicas de la Conselleria de Medi Ambient i Habitatge y de la Secretaria de Joventut para poder acceder a pisos de alquiler o compra. Estas se gestionan también a través del ayuntamiento.
Para poder acceder a la bolsa de alquiler y las ayudas se han de cumplir varios requisitos, además del de la edad, como que uno de los arrendatarios tenga un salario de 1,5 veces el IPREM (499,20 euros mensuales) y contrato fijo. Si no cumplen estas condiciones, debe contar con un aval salarial o inmobiliario. También se pide que el alquiler no supere el 30% de los ingresos.
Etiquetas: alquiler social, Barcelona
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