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miércoles, enero 23, 2008

La solicitud de apertura de libros de General Electric mantiene a Colonial en la senda alcista

José Sánchez Arce/ expansion

Los acreedores de los principales accionistas de Colonial tendrán mucho que decir en la opa que eventualmente formule General Electric o Gecina. El grupo norteamericano solicitó ayer formalmente el acceso a los libros del grupo. La inmobiliaria lidera el Ibex en la apertura con un repunte del 3%, aunque ha llegado a dispararse más del 6% en los primeros movimientos.

General Electric Real Estate, el fondo inmobiliario del gigante industrial General Electric, envió ayer una carta a la inmobiliaria Colonial solicitando formalmente el acceso a una auditoría de sus activos (due diligence).

El interés del grupo estadounidense ha mantenido al alza los títulos de Colonial a pesar de la tendencia bajista de las bolsas en las últimas semanas. La inmobiliaria se ha revalorizado un 18,42% en las las cuatro sesiones anteriores.

En la carta, el grupo norteamericano justificó esta petición sobre la base de su interés “en aras de valorar la posibilidad de realizar una oferta sobre la totalidad del capital social y derecho de voto de Colonial”, según se explicó en un comunicado remitido por la inmobiliaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Como respuesta oficial, contenida en el mismo hecho relevante, la inmobiliaria quiso dejar claro que “la aproximación realizada por GE no ha sido solicitada ni negociada”. Colonial celebrará hoy un consejo de administración ordinario en el que se tratará, entre otras cuestiones, de la aproximación realizada por el grupo norteamericano.

Según fuentes de ambas partes, GE no ha comunicado oficialmente una propuesta económica indicativa en relación a la operación, que podría ser requerida hoy por el órgano de gobierno de Colonial, antes de abrir los libros al grupo estadounidense. Las condiciones de GE a la consumación de la opa pasan por “la previa realización de un due diligence habitual en este tipo de operaciones y la obtención de las aprobaciones internas de sus órganos de dirección”.

El consejo

Tras la dimisión en bloque del consejo de administración de Colonial el pasado 31 de enero, el órgano de gobierno del grupo sigue controlado por Luis Portillo, ex presidente y primer accionista de la compañía con un 39,7% del capital, y que cuenta con tres vocales representándole.

Al margen del presidente, Mariano de Miguel, y de los cuatro consejeros independientes, tanto Domingo Díaz de Mera (7,2%) como grupo Nozar (14,4%) cuentan con un representante, respectivamente en el máximo órgano de Colonial. Ni Aurelio González (5,2%) ni Alicia Koplowitz (9%) están representados en el consejo.

Los once consejeros actuales tendrán que responder hoy a la solicitud de General Electric. No obstante, según fuentes financieras cercanas al accionariado de la compañía, son los bancos acreedores de los principales accionistas los que tienen realmente voz y voto en torno tanto esta operación y en cualquier otro acercamiento de un potencial comprador sobre Colonial, como es el propio Joaquín Rivero, presidente de Gecina.

Obligación legal

Una gran parte de las acciones que conforman el capital de la inmobiliaria ha sido pignorada por los accionistas de referencia de la compañía como aval de la propia compra de títulos de Colonial. Esta información no es pública hoy en día, a pesar de que existe una circular de la bolsa que data del año 1991 y que ,pese a que no ha sido derogada, es incumplida de forma sistemática por las empresas cotizadas.

“La constitución de derechos reales de garantía y, más concretamente, de prendas sobre valores debe ser puesta en conocimiento del mercado bursátil, a fin de proporcionar, con cáracter general, una información precisa y detallada sobre las circunstancias y acontecimientos que afectan a los valores objeto de contratación”, señala el preámbulo de esta circular.

En el caso de Colonial, el conocimiento del volumen de acciones pignoradas no deja de tener consecuencias relevantes sobre la cotizacion de la empresa, teniendo en cuenta que fue la ejecución de paquetes de acciones de Portillo y Nozar lo que desencadenó la caída bursátil de Colonial el pasado 27 de diciembre. Ante la caída en el valor de los títulos, ni Portillo ni Nozar repusieron las garantías adicionales reclamadas por las entidades financieras.

Los acreedores

La última comunicación que remitió un accionista de Colonial en relación a las acciones pignoradas fue de Luis Portillo. El pasado mes de mayo, Portillo informaba al mercado de unos derechos de prenda sobre acciones titularidad de Inversiones Empresariales Tersina y Desarrollo Empresarial Quetro.

En la lista, que data del pasado mes de mayo, aparecen una serie de operaciones de pignoración sobre unas 130 millones de acciones, alrededor del 8% del accionariado de Colonial, realizadas entre marzo de 2006 y abril de 2007 y cuyas fechas de vencimiento varían desde mayo de 2007 hasta abril de 2010.

Santander, BBVA, Bancaja, Banco Sabadell, Banco Popular, Caixa Galicia, Caixanova, Bankinter e Ibercaja aparecen, en el registro enviado en mayo a la CNMV, como acreedores de las sociedades Inversiones Empresariales Tersina y Desarrollo Empresarial Quetro.

Colonial no volvió a enviar ninguna otra comunicación al respecto, dado que ninguna otra firma cotizada da a conocer públicamente estas informaciones.

Pero son los bancos acredores de los principales accionistas de la compañía, además de los bancos que suscribieron el crédito sindicado de la empresa (Calyon, Eurohypo, Royal Bank of Scotland y Morgan Stanley) los que tendrán mucho que decir a la hora de dar su visto bueno al precio y al modo (pago en metálico, o en acciones o bonos convertibles en títulos de otra empresa) que se realice en la opa, según explican las fuentes financieras consultadas.

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