Denuncias por vivienda

Contra la vivienda indigna. V de Vivienda. Todos juntos podemos.

lunes, enero 25, 2010

La rentabilidad del ladrillo batió la de la bolsa en la última década

Max Jiménez Botías/ Andreu Farràs/ elperiodico
Barcelona


El efecto todavía perceptible de la burbuja inmobiliaria en los precios de la vivienda combinado con la recesión económica ha roto con un patrón establecido en el sector financiero: a largo plazo la bolsa es más rentable que la inversión en inmuebles. Esto se ha cumplido en España en los plazos de 5, 15 y 20 años. Pero no en la última década, porque el ladrillo ha arrojado una rentabilidad bruta mayor que la inversión en el Ibex 35, el referente bursátil.

El boom aún vivo del ladrillo ha coincidido con lo que los expertos ya llaman la «década perdida» de la bolsa. Las sucesivas crisis –la tecnológica, al comenzar el decenio, y la subprime, al acabarlo– han dado como resultado una pobre evolución de la renta variable, hasta el punto de que, al cierre del 2009, casi la mayoría de los indicadores de los mercados bursátiles arrojaban saldo cero o peor que en 1999.

Disyuntiva

La evolución de esas dos modalidades de inversión en los último años, sin tener en cuenta la inflación, los dividendos o los gastos e ingresos generados por una vivienda, plantea una cuestión inevitable: ¿qué es más rentable a medio y largo plazo: invertir en bolsa o en inmuebles? Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de responder, aunque es una pregunta frecuente. La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) acaba de publicar un informe que considera que la estrategia financiera de las familias de concentrar su patrimonio en la vivienda, además de ser arriesgada, no es la más rentable.

Los expertos en renta variable comparten este planteamiento: «A largo plazo, la inversión en bolsa siempre es más rentable que la inversión en inmuebles, aunque pueda haber distorsiones, en función de los periodos que se analicen», afirma Jaume Puig, director general de GVC Gaesco.

En el último número de la revista Panorama social, Funcas analiza la acumulación y distribución del patrimonio familiar entre 1994 y el 2007, un periodo situado entre dos crisis y caracterizado por un fuerte crecimiento económico. De acuerdo con el estudio del profesor de la UNED Fernando Pampillón para Funcas, dos familias que hubieran partido de igual patrimonio en 1994 y lo hubieran invertido una en vivienda y la otra en acciones, con la revalorización media obtenida en el 2007, la última habría podido optar a adquirir una vivienda similar a la de la otra y disponer además de activos financieros por un importe superior al valor del inmueble.

Conservadurismo


Agentes y especialistas del mercado inmobiliario, sin embargo, matizan la contundencia de las anteriores aseveraciones. Enric Reyna, presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de Barcelona, declara que, aunque bolsa y vivienda «corren paralelos en cuanto a posibles ganancias», el pequeño inversor sigue prefiriendo el ladrillo, porque el retorno es más seguro en el inmobiliario y la rentabilidad que debe exigirse a medio y largo plazo también es más alta.

Enfatiza Reyna que en el mercado de la vivienda «no hay tantos sobresaltos» como en los parquets, porque en los mercados financieros hay que saber elegir el momento y en la vivienda no hay oscilaciones tan bruscas. Por eso, concluye, el perfil del inversor inmobiliario es más conservador.

Ante tamaña argumentación, Funcas replica que, si bien en principio la inversión en acciones se puede considerar más arriesgada por la volatilidad de los mercados bursátiles, en el largo plazo la vivienda también está sometida a reveses duros, como el actual desplome inmobiliario.

Etiquetas: ,

Counter
Site Counters