Esade prevé que el precio de los pisos caiga un 30% hasta el 2009

A. Fuentes/ elperiodico
Barcelona

"Retiren el ponche, la fiesta se acabó". Esa es la conclusión del informe sobre la situación económica realizado por la escuela de negocios Esade, que da por hecho una caída del valor de las viviendas de entre el 20% y el 30% hasta el 2009. Ese desplome es ya del 50% del precio en viviendas turísticas situadas en cuarta fila de mar e incluidas en paquetes de apartamentos que se venden en bloque a inversores o inmobiliarias, según el economista Francesc Xavier Mena.

"En una misma promoción pueden convivir los propietarios que compraron antes, a un precio máslto, y los últimos, que compraron a precio de vivienda de protección oficial". Como consecuencia de la depreciación del valor de las viviendas, una de cada 10 familias españolas puede estar pagando una hipoteca que supera el valor real de mercado del piso en este momento.

El gobierno, optimista

Estas previsiones se enmarcan en un escenario económico para este año y el próximo con un 50% de posibilidades de materializarse, que estaría entre el optimismo del Gobierno y el pesimismo de algunos analistas, según Esade. El escenario más realista, según la escuela, es el de un crecimiento económico entre el 1,5% y el 2% este año con destrucción de empleo, lo que situaría la tasa de paro por encima del 10% a final del 2008.

La duración prevista de lo que los autores del informe califican de "frenazo económico" se limitaría a la segunda mitad del 2009, con la excepción de la edificación residencial, que mantendría un nivel de viviendas iniciadas por debajo de las necesidades reales hasta el 2012.

Recesión

En el escenario más pesimista, el frenazo se convierte en recesión "profunda y duradera" de unos cuatro años, con una caída del valor de los activos inmobiliarios superior al 30%, una morosidad hipotecaria del 5% y una tasa de desempleo por encima del 14%.

A juicio de Mena y del profesor Fernando Ballabriga, el frenazo que sufre la economía española puede ser algo más que un ajuste coyuntural y precipitar la crisis del modelo de crecimiento de los últimos años, basado en la construcción y el consumo. Los autores del estudio prevén tensiones en las negociaciones en las empresas, que plantearán rebajas salariales y aumentos de jornada y productividad para luchar contra la pérdida de competitividad agravada por la inflación.

Los problemas empresariales, hasta ahora localizados mayoritariamente en constructoras o inmobiliarias, se extenderán tras el verano a otros sectores, lo que generará un aumento de las solicitudes de concursos de acreedores en los juzgados mercantiles, según advirtió Mena.

Aunque el recorte inicial del empleo está afectando más a los inmigrantes expulsados de la construcción, el estudio asegura que la mayor flexibilidad salarial, geográfica y de todo tipo de los extranjeros les permitirá recolocarse, a diferencia de los españoles que suelen ser más exigentes en sus condiciones.