Chacón repudia a Bono
Manuel Martín Ferrand/ abc
Carme Chacón, con sólo 36 años cumplidos, es uno de los valores más firmes en el equipo de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Su influencia, que es notoria, no le ha tocado en la tómbola, ni es fruto de la forzada paridad que tanto disminuye el brillo de las mujeres con talento. Tiene una sólida formación académica y, políticamente, corresponde a los viveros socialistas del Baix Llobregat, que, en los últimos tiempos y a juzgar por sus frutos, es de los más fecundos del PSC, la franquicia catalana del PSOE. Ahora le ha tocado ser ministra de la Vivienda y, sin inmutarse por tan envenenado regalo, hace lo que puede en un Ministerio que no tiene fuste, contenido ni presupuesto. Al menos, a diferencia con su predecesora, María Antonia Trujillo, no hace el ridículo ni propone «soluciones habitacionales» más propias de un monólogo humorístico en una televisión digital que de un Consejo de Ministros.
Algún día sabremos la razón por la que Zapatero se sacó de la manga, como gran invento social, un Ministerio de la Vivienda. Francisco Franco lo hizo hace cincuenta años y colocó a José Luis Arrese en su titularidad; pero ya parecía haber pasado el tiempo de los ministerios doctrinales y meramente políticos sin, ni para disimular, una pátina de función técnica, social y administrativa. Aun así, Arrese promovió más viviendas que Trujillo y Chacón juntas y no por eso es cosa de añorar el franquismo. Ni tan siquiera un poquito. Sus resultados fueron, sólo en parte, compensadores de muchos de los males que engendró y hoy estamos pagando.
En las últimas horas, bien sea por voluntad propia o como recadera de postín, la Chacón ha tenido que salir al ruedo para, en su condición catalana, marcar distancias con José Bono, ese lujo demagógico y facundo que Zapatero saca a pesear cuando le decaen las encuestas en donde menos se entienden los nacionalismos. El ex ministro de Defensa le habría salido al paso a Artur Mas en uno de sus fervorines centrífugos señalando que las naciones son un invento. «Nacen -dijo el manchego-, crecen y mueren como les ocurrió a los faraones y a los romanos». Las sobredosis, como decía Eugenio d´Ors, ni de café con leche.
Sin perder un minuto y tratando de no perder también un voto, la titular de Vivienda dijo ayer a todo quien quiso oírla que el pensamiento de Bono -¿lo tendrá?- es «absolutamente minoritario» y que, ahí está lo novedoso, la personalidad del candidato socialista por Toledo «queda muy lejos» de la nominación por parte del PSOE de un candidato para presidir el Congreso en la próxima legislatura. Ellos sabrán lo que quieren, pero, a juzgar por lo que dicen, sin mucho secreto, no parece el sosiego el alimento espiritual en las filas del zapaterismo. La pretensión de soplar y sorber a un mismo tiempo hace perder muchas fuerzas. Es algo inútil.
Etiquetas: ABC, Carme Chacón, comentarista conservador, Ministerio de Vivienda

0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home