Denuncias por vivienda

Contra la vivienda indigna. V de Vivienda. Todos juntos podemos.

lunes, noviembre 26, 2007

Modelo de la crisis y crisis del modelo

DENUNCIAS POR VIVIENDA

La doctrina oficial dice que la economía española sigue creciendo en torno al 4% anual, el mayor crecimiento porcentual de la Eurozona. Sin embargo, ya es imposible que los poderes que nos gobiernan no hagan referencia en público a lo que se habla en la calle: la crisis. Salarios menguantes, condiciones laborales precarias, viviendas inaccesibles, precios de los productos básicos al alza. Todo ello hace que se respire un aire de crisis.

El modelo político, con la vista puesta en las elecciones generales de marzo, impone su mono/discurso: capitalismo de corte neoliberal. Contención salarial como receta única para aventar los fantasmas de la depresión económica... mientras bancos y grandes empresas mantienen en aumento, año tras año, su margen de beneficios. Batiendo sus propias marcas. Para el pueblo algunas migajas. Viviendas de Protección Oficial, en condiciones de timo y siguiendo la estela de los inflados precios del mercado de la vivienda en nuestro país, como paliativo gubernativo -autonómicos o central- para la burbuja inmobiliaria.

El modelo bancario continúa con su expansión internacional -compras de bancos de segunda fila por Europa y América-, sus inversiones en áreas cada vez más diversas e insólitas... por lo ajenas a su tradicional negocio... mientras mantiene la respiración asistida -financiación que en los cada vez más frecuentes casos dramáticos linda con la usura- del crédito familiar: a casi 1 billón de euros asciende la deuda, sólo en concepto de hipotecas, de las familias con bancos y cajas de ahorro. Y de los procedimientos éticos a los que debía estar sujeto el oficio jamás se supo.

El modelo empresarial constructor matiene su ritmo de construcción de viviendas residencial -el mayor de Europa con diferencia-, se reagrupa en un lobbie 'pseudomafioso' (estas dos palabras son siempre redundantes) conocido como G-14 para presionar a la clase política, su gran cómplice en las dos últimas décadas, mientras sostienen impertérritos que los precios de los pisos no van a bajar. A pesar de que el informe del relator de Naciones Unidas para el problema de la vivienda, Miloon Kothari, señale que el precio de la vivienda en España está sobrevalorado en un 60% y, entre otros problemas sociales graves, es uno de los causantes de la violencia machista que hemos incubado como una lepra. Social.

El modelo ciudadano tampoco evoluciona de la mejor forma. Quizás entontecidos por las agresivas campañas de los medios de comunicación de masas, que continúan su engaño masivo a la población, destacando biografías tan siniestras como la de Paco 'El Pocero' o las inversiones en ladrillo de la familia Ortega, dueños de Inditex, abundando en la publicidad del concepto de compra por delante del alquiler, se une la financiación que reciben, vía publicidad, de las grandes promotoras y constructoras. Por su parte, la mayor parte de la población sigue sin pedir cuentas a las administraciones locales, que enjugaron su deuda con la perversa dinámica de lo que ya se conoce en publicaciones científicas como "capitalismo popular del ladrillo".

Ante esta reacción en cadena de distintos e interesados sectores de la sociedad, Denuncias por Vivienda advierte que lo que tenemos ante nuestros ojos es una crisis del modelo. La democracia parlamentaria, atenazada por las garras de los partidos políticos implicados en esta siniestra trama, intervenida por unos medios de comunicación que edulcoran los problemas reales mientras que ensalobran -de sal gorda- los ficticios o virtuales, ha encallado. Y no va a ser fácil depurar responsabilidades, porque el mal está demasiado extendido y, quizás, a demasiada altura.

Las alternativas sólo pueden empezar a ser avistadas cuando acabemos con "el tinglado inmobiliario" que se han montado banqueros sin escrúpulos, políticos ávidos de financiación opaca con que engrasar la clientela de sus partidos y/o interesados personalmente en lucrarse y escalar en la cucaña social, empresarios que no dan la talla ética para convivir en una sociedad democrática en igualdad de derechos con obreros y consumidores, técnicos de la administración corrompidos por espurios intereses y ciudadanos compinchados con la idea más loca de la España contemporánea: acumula inmuebles, pilla cacho, hipotécate como sea y especula, arrendando a los inmigrantes que curran por cuatro duros, por ejemplo.

Como se repite a voz en grito en las manifestaciones contra la precariedad y por una vivienda digna: "El libre mercado / nos tiene hipotecados". La solución sólo puede ser sacar a la vivienda del (pícaro e injusto) mercado inmobiliario español, convertirla en un derecho positivo tal y como indica el artículo 47 de la Constitución. Sin embargo, en las actuales circunstancias, con los actores políticos principales pringados hasta las cejas en este modelo corrupto y deficiente, cada vez parece un derecho más alejado, soñoliento e irrealizable.

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