Denuncias por vivienda

Contra la vivienda indigna. V de Vivienda. Todos juntos podemos.

jueves, agosto 30, 2007

Promover, de una vez, el alquiler

EL PERIÓDICO DE CATALUNYA

Hay un solo mercado de vivienda pero dos maneras de acceder a ella según se opte por comprarla o alquilarla. Cualquiera de las dos posibilidades debería quedar a la libre elección de las personas y sus necesidades, empezando por su condición familiar. Pero en España este mercado está influido profundamente por la política fiscal que han fijado los distintos gobiernos desde los años 80. Tan decisiva, que hoy nuestro país es el más anómalo de la UE en la relación de viviendas de propiedad (pagadas o hipotecadas) y las de alquiler, una proporción de 90 a 10 frente al 60 a 40 en los países de nuestro entorno.

Esta realidad, que tiene raíces culturales profundas basadas en que la vivienda es a la vez una necesidad y una inversión, frente al alquiler, que es un gasto del que no se saca provecho futuro, se ha fomentado por todos los gobiernos de derecha y de izquierda a través de un instrumento que apenas ha variado desde que en España, a partir de 1979, se pagan impuestos directos: el IRPF. Las desgravaciones y deducciones por compra de vivienda, con una variada casuística, se han mantenido en las sucesivas reformas del IRPF. Ha sido un triunfo permanente de los lobis más interesados, los promotores que pueden incluir, junto a los tópicos del alto estanding y los acabados de calidad, la oportunidad de desgravar en el IRPF, y las entidades de crédito, que se aseguran clientes cautivos por la duración del préstamo. A contar, también, la vigencia obsoleta de leyes proteccionistas del inquilino frente a su casero, lo que limita aún más la puesta en alquiler de viviendas. Con este panorama, el mercado del alquiler ha quedado restringido a estudiantes, ciudadanos de paso o inmigrantes.

La ministra de Vivienda, Carme Chacón, ha recuperado un proyecto de su antecesora María Antonia Trujillo y ha propuesto que quienes pagan alquiler puedan equipararse a quienes pagan una hipoteca a la hora de hacer la declaración del IRPF. Antes, con Trujillo, lo vetó el ministerio de Hacienda. Si también lo hace ahora, cuando ayer mismo se supo que España crece aún al 4% anual y el empleo se sostiene pese a la reducción de la actividad constructora, sería otra mala señal de que el Gobierno sigue embelasado con las cifras macroeconómicas y descuida lo que afecta directamente a las economías domésticas y su derecho a elegir, en condiciones de igualdad fiscal, si compra o alquila una vivienda.

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