La caída inmobiliaria paraliza todas las fábricas de ladrillos al estar colapsadas por los 'stocks'

Bernat Sirvent/ laverdaddemurcia
Foto: Dani Madrigal
Alicante

El sector de la cerámica alicantino (ladrillos, tejas y otros tipos de revestimentos para la construcción residencial) está técnicamente paralizado desde principios de diciembre, según han confirmado a este diario diversos empresarios y el sindicato CC OO. El motivo no es otro que el fuerte parón inmobiliario en España durante el pasado año, en el que eclosionó la crisis económica como consecuencia de la debacle financiera internacional. Los efectos laborales están a la vuelta de la esquina.

La imagen que ofrecen los almacenes de las principales factorías de cerámica de Agost no deja lugar para las dudas: no caben más stocks, lo que, unido a la fuerte inversión inmovilizada en productos acabados, ha aconsejado al sector a suspender la actividad, salvo contadísimas excepciones y por pedidos diminutos. Esta situación ya la vaticinó el pasado mes de julio, en declaraciones a La Verdad de Alicante, el consejero delegado de Cerámica La Escandella y presidente de la patronal Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt), Francisco Noé Román Pellín.

Este diario comprobó el pasado viernes, desde el exterior de las principales factorías de tejas y ladrillos, que la actividad en los almacenes, atiborrados hasta los topes, era inexistente. También se intuía nula producción en el interior, ya que las chimeneas de las fábricas no expelían el típico humo de la combustión.

Una fuente autorizada de La Escandella, que emplea a unos 240 empleados entre fijos y eventuales por circunstancias de la producción, asegura a este diario que «el negocio en el 2008 ha ido incluso peor de lo que todo el mundo esperaba». De momento, no ha adoptado medidas laborales traumáticas, pero la fuente da por hecho que «en 2009 se tendrá que ver algo de esto». El almacén de La Escandella, de varias hectáreas o del tamaño de unos diez campos de fútbol, dibuja un panorama sombrío: apenas se divisa la factoría debido tras la alineación de miles y miles de palets llenos de mercancía. Fuentes de Cerámica La Esperanza también confirman que su actividad está bloqueada literalmente desde el pasado 1 de diciembre, fecha a partir de la cual se aprovechó para dar vacaciones a parte de la plantilla o directamente para suspender temporalmente la actividad con el correspondiente expediente de regulación autorizado por Trabajo.

Idéntica declaración realiza Marga Gironés, una de las hermanas propietarias de la Cerámica Internacional, de corte familiar: «La situación es igual o peor que a principios del 2008, pese a que lo normal era trabajar menos en diciembre y enero». De momento, la factoría, que empleaba hasta hace pocas semanas a trece trabajadores fijos y temporales, está parada. Producía 300 toneladas diarias.

Volumen de producción

De las fábricas de ladrillos y tejas de Agost (este municipio concentra el 90% del sector provincial) salían a diario 7.000 toneladas de mercancía para las constructoras españolas e internacionales. A lo largo de los últimos meses, apena se han vendido 4.000 toneladas al día. De ahí que la capacidad de producción se haya agotado al no poderse acumular más stocks en los almacenes y también por el evidente riesgo crediticio que han adquirido las compañías.

Ya el verano pasado, el sector alertó de que «estamos sufriendo una etapa de desaceleración, que será mucho más fuerte el próximo año 2009, aunque capearemos el temporal con la ampliación de la exportación y con la diversificación de productos». Los despidos y suspensiones temporales de empleo, no obstante, se hace ya inevitables.