Control publicitario

DENUNCIAS POR VIVIENDA

En plena lucha por captar impositores a cualquier precio, La Caixa y CajaMadrid, las dos principales cajas de ahorro por volumen de negocio, están enzarzados en un combate imaginario -por medio de una lucha de spots televisivos, digno de una polémica entre sofistas en pleno ágora-, y de descalificaciones (a través de otras entidades o sociedades amigas) de sus respectivas (y novísimas) ofertas financieras.

Que el negocio bancario suele ser cruel, descarnado y frío nos lo repite el estereotipo del banquero que todos tenemos en mente, y lo reiteran con suficiente y encomiable prodigalidad los profesores y profesoras en las escuelas de economía. No es raro leer entre las páginas de la prensa seria de un fulano cualquiera que ha tenido éxito en los negocios que es un tiburón con énfasis positivo, a veces tono hímnico, y siempre un regusto a sangre inquietante. Así se va fraguando todo un mundo de fantasía que luego tiene consecuencias lamentables en la realidad.

Ante esta guerra de spots, desde DVV nos preguntamos, ¿quién vigila que nuestra publicidad sea lo más limpia, transparente, veraz e informada posible hasta adecuarse a las reglas que exige un Estado democrático? Y: ¿no es hora de que alguien frene (o al menos modere) este frenesí que sólo ayuda a generar confusión sobre la incertidumbre?