Bancos, cajas y su falta de ética profesional
José Julián Martín
finanzas
Llevo unos días dándole vueltas a la conversación que mantuve con un amigo empresario el pasado fin de semana sobre la salida a bolsa de Criteria y de cómo se ha llevado a cabo, así como de lo que presumo se ha realizado con la colocación de bonos de Banco Santander.
Sucintamente, en la conversación, mi amigo -que es empresario autónomo del sector de la jardinería- me pedía mi opinión sobre la salida a bolsa de una empresa de La Caixa (no conocía el nombre) y de si era o no era interesante comprarse esas acciones en estos momentos. Como nunca en su vida ha invertido en bolsa y además, es hombre que 'odia' a los bancos y sus abusivas comisiones, me extrañó que tuviera interés en una OPS como esa.
Interrumpo ahora la conversación para recalcar el escaso interés de mi amigo por los bancos, pues doy fe de que prefiere moverse por la vida con cantidades de dinero que a mí me parecen excesivas por no tener tarjetas de crédito. Y tiene la de débito (la del cajero, vamos) porque no hay más narices, que si no, tampoco la tendría. Es, para que nos entendamos, hombre de cuentas claras y dinero en el bolsillo, poco amigo de los bancos y de dejar las inversiones en manos de otros.
Pues bien, me explica ante mi cara de extrañeza que en el director de su entidad de La Caixa le ha llamado ya dos veces esa semana para recordarle que se acaba el plazo para solicitar acciones de una empresa de La Caixa (insisto en que el nombre se lo digo yo) y que de tanto insistir le han hecho dudar de si se estaba perdiendo un nuevo 'El Dorado' e iba a dejar escapar la oportunidad de su vida.
Ni quito ni pongo rey, pero sinceramente, le dije que en mi opinión (y por lo que estaba leyendo, que es más importante) que no se perdía gran cosa dejando su dinero quieto, que la insistencia del banco era, precisamente, por que no conseguían colocar las acciones de su holding industrial y que pretendían colocárselas a los clientes como opción más fácil, lo que ya dejaba a las claras que no hablábamos de ningún 'chollo'.
¿A qué viene todo ésto? Pues que me parece una indecencia esto de machacar a los clientes (a base de presionar con objetivos a las sucursales, claro) para colocar como sea los productos bancarios que la entidad quiera. ¿Y por qué? Porque las víctimas propicias son las de menor cultura financiera, las que más han puesto su confianza en el chico ese que dirige su sucursal y que es tan simpático y que, por tanto, ceden a sus consejos-peticiones sin saber dónde se meten.
No voy a entrar en los 'negocios' que han hecho los que han comprado Criteria o los bonos del Santander; ahí no entro. Sin embargo, la forma en la que presumiblemente se han 'colocado' estos productos (de lo que acabo de dar buen ejemplo) me parece de una total y absoluta falta de ética y escrúpulos, por lo que no podía dejar de hablar de ello en este blog.
Etiquetas: banca ética, crisis de liquidez, Criteria
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