Los 'unit link' son el eslabón débil de las aseguradoras en la crisis 'subprime'

G. Velasco/ Gaceta de los Negocios
Madrid

Los unit link se quitaron de encima hace tiempo el sambenito que les colgaron en 2002 cuando la crisis bursátil provocó el fiasco de estos seguros de vida que invierten en fondos y en el que el cliente asume los riesgos. En aquel momento, además, la reforma fiscal que estableció la exención de impuestos a los traspasos entre fondos les privó de su mayor atractivo, ser los únicos que gozaban de peaje fiscal. La pérdida de esta ventaja dio la estocada final a estos seguros.

Ahora, casi cinco años después, y tras muchos meses de crecimiento de estos productos gracias a la altura de las bolsas, las cosas vuelven a empeorar por la crisis provocada por las hipotecas subprime en EEUU.

De momento, las entidades no han notado la huida de los ahorradores. Es normal, porque están de vacaciones. Cuando regresen esperan que las cosas cambien. En los unit link el riesgo lo asume el cliente, y en las actuales circunstancias, el sector no espera que los inversores minoristas hagan un alarde de osadía.

De hecho, mientras las familias están en la playa, en las oficinas de las aseguradoras están preparando su regreso. Fuentes financieras aseguran que se ha apreciado un aumento de las consultas sobre estos productos por parte de las sucursales con el fin de poder aclarar las dudas de los clientes.

Temen que la mayoría de los ahorradores tienda a refugiarse en los productos líquidos y sin penalización fiscal como el ahorro sistemático o las cuentas corrientes y a la vista bien remuneradas.

Los clientes de las aseguradoras también están expuestos a la crisis a través de los fondos ya que muchas entidades canalizan hacia ellos directamente las inversiones en lugar de apostar por los unit link por lo que “en la medida en que algún fondo esté afectado perjudicará al cliente”.

Huida hacia el efectivo

La esperada huida hacia la liquidez de los ahorradores españoles exacerbará la competencia que ya estaban ejerciendo los depósitos a raíz de la última reforma fiscal. Los últimos datos disponibles correspondientes al mes de marzo ya mostraban esta tendencia.

A simple vista las cifras son alentadores. En los tres primeros meses del año, según Unespa, el volumen de primas emitidas netas en unit link creció un contundente 103,43% hasta los 1.116 millones de euros. Y el ahorro gestionado (provisiones matemáticas) sumó 12.803 millones con un crecimiento en tasa interanual del 10,9%. Aquí está la prueba.

Las primas crecen a un ritmo muy superior al de las provisiones matemáticas y eso que en éstas se incorporan, además de las aportaciones, la rentabilidad obtenida. Fuentes del sector explican que esa disparidad en el crecimiento entre primas y ahorro se debe a que “se producen muchas entradas, pero también muchos rescates ”.

Estas salidas se deben, según estas fuentes, a la competencia de los depósitos tras la puesta en marcha de la nueva reforma fiscal: “La tributación ahora es del 18% para cualquier plazo, por eso mucha gente compra el producto, los mercados engordan la inversión inicialmente realizada y la rescata para invertir en otro”. Ahora, con las bolsas a la baja y el previsible freno de las aportaciones, las expectativas no parecen demasiado buenas para este negocio.

No obstante, el dato de las primas sí pone de manifiesto que los unit link han iniciado el despegue, evolución que, según explica la Memoria del Seguro, está motivada, además de por la buena marcha a principios de año de los mercados, “por la oferta por parte de las entidades de inversiones que incorporan garantía financiera”. Mientras que los unit link se caracterizan porque los riesgos los asume el tomador y pueden llegar a perder el capital invertido (prima), estos nuevos productos garantizan las primas, e incluso algo más.

El miedo de los clientes no preocupa excesivamente en estos momentos a las compañías, sí lo hace algo más las consecuencias que pueda tener la crisis en sus carteras. No obstante, en general afirman que no hay que perder los nervios, pero sí estar atentos y vigilantes por lo que pueda pasar.