Denuncias por vivienda

Contra la vivienda indigna. V de Vivienda. Todos juntos podemos.

lunes, mayo 07, 2007

El precio de los pisos lleva a un jubilado a vivir en una furgoneta

MAURICIO BERNAL
El periódico de Aragón, 07/05/2007

El mayor lujo que Castillo se permite es tener cuatro jaulas, y dentro de cada jaula un pájaro, y es un lujo porque de vez en cuando se encierra en la furgoneta nada más que para oírlos cantar, y dice que cuando los cuatro hacen coro él se queda más o menos flipado, más o menos cautivado. Lo demás es material imprescindible: un espejo, un paraguas, una escoba, un ventilador pequeño, una linterna, una radio, varias botellas de agua, bolsas de patatas. La furgoneta es el hogar de Castillo y solo cabe lo indispensable.

Castillo duerme, hace la siesta, se asea, de vez en cuando lee, escucha las noticias y se deja embelesar por el canto de sus pájaros en una furgoneta Mercedes del año 95. En cuatro, tal vez cinco metros cuadrados, seis en el mejor de los casos, se amontona, por así decirlo, su vida. Tiene 70 años y su nombre de pila es Manuel, pero en el barrio de Sant Roc, en Badalona, se le conoce por su apellido. "Al principio vivía en una Renault, pero tenía que dormir sentado y por la mañana tenía dolores en todo el cuerpo. Luego pude comprar la Mercedes, y lo primero que hice fue poner un somier y un colchón. Y tiene los techos altos, por lo que puedo colgar la ropa sin que se arrugue".

El principio fue en el año 2002, cuando la jueza que llevaba el divorcio de Castillo sentenció que el piso compartido pasaba a manos de su exmujer. Se trataba de una vivienda de protección oficial a la que había accedido durante los años de la dictadura --"Me la dieron a mí, no a ella"--. Su piso de Sant Roc era poco menos que su tesoro, y cuando la jueza le ordenó desalojar hizo todo lo posible, primero, por quedarse, y más tarde por que le dieran otra vivienda protegida. Lo sigue haciendo.

"Cobro una jubilación que no llega a los 500 euros mensuales, y eso a duras penas alcanza para vivir", explica. Primero en la furgoneta Renault, luego en la Mercedes, Castillo instaló su hogar en plena calle, justo enfrente del edificio donde se encuentra su antiguo piso.

Counter
Site Counters