El ladrillo se deja en bolsa una quinta parte de su valor en tan sólo dos semanas

Ha desaparecido casi una quinta parte del valor del 'ladrillo' en el parqué.

Patricia Vegas 4/05/2007
El Economista

¿Se pincha la burbuja inmobiliaria? Por lo menos en el parqué se está desinflando con mucha rapidez. En tan sólo dos semanas, las empresas española del sector han perdido 7.500 millones de euros de capitalización bursátil.
Para ver la magnitud de la situación esta cifra se acerca a todo el presupuesto del Ministerio de Defensa para este año -en concreto la administración dotó a este organismo con 8.049 millones de euros-.

Las más perjudicadas

La compañía más perjudicada de la crisis bursátil ha sido Astroc, que se ha dejado más de 3.800 millones de euros en tan sólo dos semanas, es decir, un 70 por ciento de su capitalización. Aunque algunos expertos consideraban que la caída de esta inmobiliaria era un hecho aislado dentro del sector, la verdad es que no y el resto de empresas también se han visto afectadas. Por ejemplo, Inmocaral, la compañía presidida por Luis Portillo, ha perdido más de 975 millones de su valor en bolsa.

Hay que tener en cuenta que las inmobiliarias eran compañías muy sobrevaloradas y que cotizaban a unos precios muy superiores a su valor objetivo, que fija el consenso de analistas de mercado, y al valor neto de sus activos (NAV), principal ratio para medir el atractivo de estos valores. "No deben sorprendernos teniendo en cuenta la verticalidad e irracionalidad de la subida previa (la revalorización media de las inmobiliarias cotizadas en el mercado español fue del 143 por ciento en 2006, cuatro veces superior a la experimentada por el Índice General de la Bolsa de Madrid). En segundo lugar, estas caídas obedecen a un ajuste de expectativas a un escenario de desaceleración de la actividad que las cotizaciones no venían recogiendo", comenta la firma de inversión Banif.

Quiénes se salvan del desplome

Las menos perjudicadas han sido las empresas que están involucradas en procesos de compra. Por un lado, Riofisa ha subido un 0,11 por ciento desde que se inició la caída del ladrillo. Esta empresa presidida por Mario Losantos ha recibido una oferta de compra por parte de Inmobiliaria Colonial -antigua Inmocaral- a 44,3 euros, por lo que su cotización se mantiene prácticamente en línea con este precio. Ayer cerró a 43,65 euros, 65 céntimos por debajo del precio de la opa.
Por su parte, Metrovacesa también está en pleno proceso de división de la compañía. Aunque todavía falta que la CNMV dé el visto bueno a la opa lanzada por la familia Sanahuja, estos empresarios realizarán una oferta sobre los activos internacionales a un precio de 83,21 euros y ayer cerró a 86,40 euros.

Busque oportunidades

Tras los fuertes descensos, los analistas aseguran que se han abierto varias oportunidades en el parqué si la intención es entrar en el sector inmobiliario. Históricamente estas compañías habían cotizado con un descuento sobre el valor neto de sus activos, pero antes del pinchazo la capitalización de todas las inmobiliarias era de media un 14,5 por ciento superior al NAV, lo que chocaba de lleno con el amplio consenso de proyecciones de desaceleración en el sector. Sin embargo, tras las caídas Fadesa ha vuelto a tener atractivo. Su NAV es de 44,6 euros por acción, mientras que los títulos cerraron ayer a 27,10 euros. Esto también se repite en Parquesol , ya que su valor neto por activos es de 30,2 euros por acción, según Ahorro Corporación, y sus acciones terminaron ayer a 19,36 euros.

Si miramos los precios objetivos que fija el consenso, los expertos establecen un valor de 34,42 euros para Fadesa en 2007, lo que supone un potencial del 27 por ciento; mientras que para Parquesol lo establecen en los 26,2 euros, un 35 por ciento más que el cierre de ayer. Por su parte, Metrovacesa tiene un NAV de 62,78 euros y ayer terminó a 86,4 euros, pero su negocio es mucho más patrimonialista que el de las dos anteriores.