Castro Urdiales, 1860
Pilarito Luján en la glorieta
mira el año sesenta hacia ese mar
por donde cada día una goleta
salía caminito de ultramar.
Va el jardín descendiendo hasta las olas
por sus cuatro avenidas sombreadas,
y es la casa de aquellas anticuadas
y escondidas casitas españolas.
La bahía se incendia como un horno
en la tarde de agosto que declina...
Una balandra llega de Vizcaya...
Y al salir de la brisa en el bochorno,
la niña ve un alférez de marina
caracoleando el potro por la playa.
Miguel Sánchez-Mazas, Poesías, La Veleta
glorieta: Plazotela, por lo común en un jardín, donde suele haber un cenador, según la define el DRAE.
Etiquetas: Castro Urdiales, lecturas, sonetos
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