¡Con el agua al cuello! Planes de emergencia y de integración para el poblado chabolista de 'El Gallinero' (Cañada Real Galiana, Madrid)

FREM CC.OO. (Educación)

El grupo de voluntarios de El Gallinero, en la Cañada real, exigen que se incluya este poblado chabolista entre las actuaciones del Plan de emergencia aprobado para afrontar los destrozos de las lluvias de hace 10 días. Así mismo, reclaman una intervención sistemática de Ayuntamiento y Comunidad en el marco de un Plan de acción integral que garantice los derechos humanos de su población.


Los voluntarios de la Parroquia Santo Domingo de la Calzada critican que se haya excluido del Plan de emergencia a este poblado compuesto por 200 familias, entre las que hay unos 320 niños y niñas, viviendo en estos momentos, más que nunca, en condiciones infrahumanas. Y denuncian que las ayudas más importantes no están llegando de los poderes públicos, sino de las aportaciones de particulares, muchas de ellas de fuera de la Comunidad de Madrid.

Así, y según han informado, la semana que termina ha sido tremendamente dura, pues se han tenido que afrontar labores de limpieza urgentes, así como la dotación de colchones, mantas y ropa de abrigo, de vestir, calzados y alimentos. Todo ello, desde el altruismo y la generosidad de ciudadanos particulares, y de algunas organizaciones y asociaciones como Traperos de Emaús, Cáritas o Bomberos sin fronteras –que facilitaron 100 colchones-. Las primeras medidas de urgencia, una vez bombeada el agua de la inundación, fue proporcionar a las familias detergente, pañales y ropa y calzado, especialmente, a los niños; así como material escolar y un paquete de alimentos de emergencia por familia. En este momento, siempre desde la colaboración ciudadana con el equipo de voluntarios, se va a proceder a cubrir de gravilla el suelo de las sendas para facilitar el paso.

Sin embargo, la insuficiente respuesta de las Administraciones municipal y autonómica impide realizar una verdadera recuperación de las condiciones mínimas de habitabilidad del poblado de chabolas. Por ejemplo, aún sigue pendiente el problema sanitario: hay un nº elevado de ratas que suponen un grave peligro para la salud de niños y adultos –hace unos días una madre fue mordida, mientras dormía-. Y persiste un importante problema de alimentación, pues la inundación ha roto el ciclo cotidiano de supervivencia de estas familias, impidiendo a muchas salir en búsqueda de trabajo.

Si no se enfrenta esta situación, los problemas se multiplicarán con la progresiva vuelta de las familias más afectadas, que fueron alojadas en prefabricados en Las Tablas; y que buscan la compañía de los suyos, tras ser expulsados de ese alojamiento transitorio.

La primera necesidad sigue siendo, por lo tanto, desarrollar una actuación de emergencia, en el marco del Plan aprobado para otras zonas afectadas por las lluvias. Sin olvidar que las Administraciones municipal y autonómica deben superar las meras actuaciones de emergencia con una población a la que es necesario garantizar derechos humanos tales como la educación, la higiene, la vivienda y el trabajo, al menos, estrategias de búsqueda de empleo.

Especialmente sangrante es la falta de escolarización de la mayoría de los niños de El Gallinero. Sólo 44 de los 320 niños que, aproximadamente viven en este poblado, acuden a centros educativos de la zona, y eso gracias, de nuevo, al trabajo de los voluntarios y a la colaboración de los profesionales de los propios centros.

Es por eso que superada la fase de emergencia que ni tan siquiera está prevista por los poderes públicos, sería necesario afrontar un Plan de acción integral continuado para la integración de la población, a través del IRIS –Instituto de realojo e inserción social- que resuelva problemas fundamentales ligados a la higiene, a la vivienda, a la búsqueda de empleo y a la educación -escolarización plena de los 320 niños del Gallinero.-.

Mar Fernández
Prensa y Estudios FREM CCOO
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