Alcaraz pilota el plan de reconversión de Colonial en manos de la banca acreedora
Miguel Portilla/ abc
Madrid
El director general adjunto ejecutivo de La Caixa, Juan Antonio Alcaraz, es el hombre clave designado por la banca acreedora de Luis Portillo y de Luis Nozaleda para conducir el reflotamiento de la inmobiliaria Colonial, una vez que estas entidades financieras han decidido tomar las riendas de la empresa -tal y como adelantó ABC el pasado sábado- después de la retirada de la oferta de los fondos de Dubai.
Alcaraz, hombre de confianza de Juan María Nin, el director general de La Caixa, desde que ambos trabajaban en el Sabadell, es el máximo responsable para diseñar un vehículo instrumental que controle la gestión de esta inmobiliaria y para el nombramiento de un nuevo consejo de administración, según manifestaron a este periódico fuentes de las propias entidades acreedoras.
No obstante, este nuevo vehículo instrumental no debería superar el 29,99% del capital de Colonial, para no tener que incurrir en el lanzamiento de una oferta pública de acciones por el 100% de la compañía.
La cuestión más delicada es si la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) permitiría que este vehículo industrial dispusiera no sólo de los derechos de voto de ese 29,99%, sino del 47%, participación que Portillo y Nozaleda acumulan en la inmobiliaria.
Excepciones de la ley de opas
En ese sentido, la banca acreedora de Colonial podría solicitar acogerse a una de las excepciones contempladas en la ley de opas, como ha hecho recientemente el grupo Rayet respecto a Afirma.
Rayet controla el 40,29% de la nueva inmobiliaria, pero en su exposición a la CNMV para evitar lanzar una opa por el 100%, señala que su «objetivo principal no es la toma de control, sino un objetivo industrial o empresarial» para salvar a la compañía de la quiebra y no perjudicar a los accionistas minoritarios.
Derechos de voto
En cualquier caso, para no superar ese 29,99% de Colonial, lo más probable es que la banca acreedora garantice a Luis Portillo y Luis Nozaleda que no va a ejecutar la deuda que tienen contraída por el 17% restante, pero que les quitaría los derechos de voto de esa participación. Y esos derechos de voto se ejercerían desde una segunda sociedad diferente al vehículo instrumental citado o bien individualmente por cada una de las entidades financieras que posean parte de ese 17%.
Luis Portillo mantiene una deuda contraída con catorce bancos y cajas de ahorros que suman 1.473,5 millones de euros, mientras que la de Luis Nozaleda supera ligeramente los 457 millones.
El principal acreedor de Luis Portillo es el Banco Popular con un préstamo de 295 millones de euros y con avales correspondientes a 70 millones. En total 365 millones. Fruto de esta deuda, el Popular controla el 9,15% de Colonial.
La Caixa, por su parte, es el segundo máximo acreedor de Portillo, con un préstamo de 161,3 millones de euros, y unas acciones pignoradas que les otorga derechos de voto sobre el 5,69% de las acciones de la citada inmobiliaria.
El consejo de Colonial aprobó ayer iniciar los trámites para vender el 84% que tiene de la compañía francesa Societe Fonciére Lyonnaise (SFL), que se realizará a través de un proceso competitivo que garantice la obtención del mejor precio, según informó a la CNMV.
Colonial cayó ayer en Bolsa otro 2,08%, y cerró a 0,94 euros por acción, con lo cual los títulos de esta inmobiliaria han caído un 50% desde que comenzó el año. Esta depreciación ha hecho que el comité asesor técnico del Ibex tomara la decisión de sustituir este valor en el selectivo por Técnicas Reunidas, cuyo relevo se produce hoy.
Etiquetas: Colonial, el fin del boom del ladrillo, endeudamiento de las inmobiliarias, La Caixa

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