Más castigo a las inmobiliarias

EXPANSIÓN

En su nerviosismo, el mercado parece haber comenzado a meter en un mismo saco a todas las compañías inmobiliarias, sin distinguir aparentemente entre diferentes modelos de negocio y exposiciones al riesgo.

Al menos eso parece desprenderse del castigo que está recibiendo la cotización de Renta Corporación, que acumula una caída cercana al 30% en las tres últimas jornadas bursátiles. En un intento de poner coto a las especulaciones y a la sangría bajista, la compañía que preside Luis Hernández de Cabanyes adelantó ayer el Plan Estratégico para el periodo 2008-2010, que previsiblemente será aprobado por su consejo de administración el próximo día 15.

En él, la inmobiliaria profundiza en las que han sido sus pautas de actuación hasta la fecha: una estrategia basada en una elevada rotación de activos, aún a costa de los márgenes, y una política igualmente dinámica de diversificación geográfica y de negocio. No obstante, Renta Corporación no ha podido escapar a los efectos de la crisis crediticia y a las especiales restricciones de que es objeto el mercado inmobiliario en su conjunto, que cada vez encuentra más dificultades para acceder a recursos con los que financiar su crecimiento.

De hecho, la propia compañía alega que las restricciones crediticias han impedido formalizar algunas operaciones en 2007 y ralentizado otras. Pese a ello, la inmobiliaria ha decidido no desprenderse de activos a cualquier precio al objeto de conseguir la tan preciada liquidez.

El complejo escenario en que se desenvuelve el mercado ha afectado los resultados y la actividad de Renta Corporación, que ha anunciado unas cifras positivas, aunque claramente por debajo de sus previsiones iniciales. A pesar ello, cabe preguntarse si la penalización recibida por el valor en bolsa no es excesiva, máxime si tenemos en cuenta el perfil de actividad de la compañía, centrada en la adquisición, transformación y venta de grandes inmuebles y alejada de la actividad residencial, el segmento más perjudicado por el frenazo que sufre el sector.