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martes, enero 08, 2008

La crisis hunde a Renta Corporación y golpea sus resultados

José Sánchez Arce/ expansion
Madrid


El presidente y primer accionista del grupo, Luis Hernández de Cabanyes, elevará su paquete accionarial del 35%, después de que las acciones hayan caído un 25,5% desde principios de año. El beneficio descenderá un 26%.

La crisis de crédito en los mercados financieros ha alcanzado a Renta Corporación, pese a ser la inmobiliaria española que, por su particular concepción del negocio, basado en el trading inmobiliario de elevada rotación, menos expuesta está a los riesgos actuales del ladrillo.

El mercado ve estos días a Renta Corporación con pesimismo. Tras la debacle bursátil de Colonial, cuyas acciones han caído un 50% desde el 27 de diciembre, los títulos de Renta Corporación se han dejado más de un 25% de su valor desde la primera sesión del año, después de que ayer perdieran un 9,9%, cerrando en 11,37 euros. Renta Corporación debutó en bolsa en abril de 2006 a 29 euros por acción.

El batacazo hizo responder ayer a la compañía presidida por Luis Hernández de Cabanyes, temerosa de que los inversores interpreten que existe el más mínimo paralelismo entre las causas de su evolución en bolsa y las de Colonial, cuyo desplome fue acelerado por la ejecución bancaria de los títulos pignorados por varios de los principales accionistas de la sociedad, incluido su ex presidente Luis Portillo.

Se desmarca de Colonial

La compañía envió un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), adelantando los resultados provisionales del ejercicio 2007 y explicando al mercado que “su financiación no está condicionada a la evolución de la cotización, ni garantizada por acciones de la propia compañía”.

En puridad, las condiciones del contrato de financiación de la deuda sindicada de Renta, que a 30 de septiembre ascendía a 495,7 millones de euros, (el endeudamiento total se elevaba en esa fecha a 691 millones) están condicionadas al ratio de endeudamiento respecto al valor de activos (LTV), que la compañía asegura gestionar “convenientemente”.

Por otro lado, a la sociedad no le consta que “ninguno de los accionistas miembros del consejo de administración haya estado vendiendo acciones en estas últimas fechas”. Por el contrario, la compañía asegura que Luis Hernández de Cabanyes, presidente y primer accionista con el 35,5% del capital “tiene intención de reforzar su posición en los próximos días mediante la compra de acciones en el mercado, confirmando una vez más su confianza en la compañía y en la evolución de la acción”.

Junto a este mensaje de tranquilidad, la compañía anuncia el primer impacto de la contracción en los mercados en los resultados anuales de una inmobiliaria española. En concreto, la compañía obtendrá un beneficio de entre 33 y 35 millones de euros en 2007, lo que supone, pese a seguir en números negros, un descenso de entre el 26% y el 30% con respecto a 2006, y de casi el 45% frente a las previsiones realizadas en marzo de este año, que apuntaban a un beneficio de 61 millones.

Asimismo, las ventas de la empresa, que en 2006 ascendieron a 596,2 millones, caerán en 2007 hasta una horquilla comprendida entre los 515 y 530 millones, lo que, en el mejor de los casos, supone una caída interanual del 11%.

La razón de este freno en seco, que afecta de lleno a los resultados del último trimestre, se encuentra en la crisis del crédito, según explica la propia compañía, que reconoce que “han existido operaciones que no se han podido formalizar en 2007 por falta de acceso a la financiación de los inversores, o que se han ralentizado porque los procesos de obtención de financiación se han demorado”.

La compañía, que moderará los objetivos enmarcados en su plan de negocio 2008-2010 para adecuarlos a la realidad del mercado, asegura también que ha decidido no comercializar activos líquidos a precios excesivamente penalizados. “La situación de estrangulamiento financiero y falta de transacciones ha generado una sobreoferta de producto en el mercado”.

Un negocio de ‘trading’ inmobiliario y alta rotación

Renta Corporación no es una inmobiliaria en el sentido tradicional del negocio, ni promotora ni patrimonialista. En concreto, Renta Corporación es una sociedad especializada en el trading inmobiliario a través de un proceso que consta de tres fases: adquisición, transformación ( se transforma y optimiza el activo para adecuarlo a las necesidades de la demanda) y venta de activos inmobiliarios. Todo este proceso se realiza con una elevada rotación (los activos están en cartera menos de un año), lo que reduce sensiblemente la exposición al riesgo de mercado.

Este proceso tiene lugar en tres unidades de negocio (residencial, oficinas y suelo) con una presencia orientada a mercados urbanos de elevada liquidez. En el negocio residencial, la estrategia está encaminada a la rehabilitación, fraccionamiento o reposicionamiento en bloques de edificios residenciales o de uso mixto. En el mercado de oficinas, se encamina al cambio de uso o reposicionamiento de edificios urbanos de uso terciario, mientras que en el suelo, el objetivo es actuación o regeneración de suelos obsoletos.

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