Vivienda digna y adecuada
Josu Mezo/ 'El ruido y las nueces'
adn
Mucho se ha escrito y mucho se escribirá estos días sobre el anteproyecto de ley de la Junta de Andalucía para "garantizar" una vivienda a un precio asequible a las familias andaluzas con rentas de hasta unos 3.100 euros mensuales. Dejando a un lado la posibilidad de que todo sea fanfarria electoral (no descartable), la cosa tiene muchísimos otros ángulos, así que de momento me concentraré en el problema de base: ¿está realmente en peligro en España (o en Andalucía) la posibilidad de disfrutar del "derecho a una vivienda digna y adecuada", como dice el art. 47 de la Constitución? Mi respuesta tentativa, políticamente incorrecta y contra corriente, es que no.
En efecto, todos sabemos que los pisos han subido una barbaridad, por lo que alquilar o comprar un piso es hoy mucho más caro que hace unos años. En las ciudades más caras de España la cosa se ha puesto realmente muy difícil para los más jóvenes que quieren independizarse. Pero claro, entre "muy difícil" e "imposible" hay grandes diferencias. Supongamos que tenemos una pareja joven, que entre los dos ganen 1500 euros. Con un pago mensual de un tercio de su renta (unos 500 euros) y los tipos de interés actuales no podrían comprar nada más caro de unos 95.000 euros (a 30 años) (si no tienen ahorros). En Barcelona, Madrid, o Bilbao, es probablemente imposible encontrar nada decente por ese precio. ¿Pero en 50 km a la redonda de esas ciudades? Es posible que sí. Sin duda lo que sí es posible en todo caso es encontrar una casa decente de alquiler por ese precio en un radio de 50 km de todas las grandes ciudades españolas (en muchos casos será un precio menor o a menor distancia). Incluso el mileurista sin pareja puede encontrar, seguramente, excepto en las zonas más caras, pisos pequeños de alquiler por 300 euros. O puede compartir un piso.
¿Es indigno vivir a 50 km de tu lugar de trabajo o de donde viven tus padres? No. Es incómodo, pesado y cuesta también dinero. Es duro. Pero no indigno. ¿Es indigno compartir casa con desconocidos? Tampoco, obviamente. Muchos jóvenes deciden que prefieren quedarse en casa de sus padres antes que optar por esas alternativas, y mientras tanto, si trabajan, ahorran para comprarse una casa en el futuro. Estupendo. Pero eso no significa que les sea imposible acceder a una vivienda "digna y adecuada". Les es imposible acceder a la vivienda a la que aspiran.
No quiero decir, evidentemente, que el de la vivienda sea un problema trivial, o que no haya nadie en España que realmente tenga dificultades dramáticas para vivir dignamente. Hay personas que sólo trabajan ocasionalmente, jubilados con pensiones mínimas, divorciados que tras pagar la pensión a los hijos quedan con un sueldo muy bajo... Pero en estos casos el problema, más que el particular de la vivienda, es el más general de la pobreza, o la "exclusión social" como se dice ahora. La gente no excluida socialmente, integrada, con trabajo, en líneas generales, se las apaña para acceder por sus propios medios a una vivienda "digna y adecuada", aunque sí, muchas veces, será más pequeña, más vieja o más lejana de su trabajo o familia de lo que quisiera (por cierto, veo que Wonkapistas ha averiguado, con datos del CIS, que en los últimos años el porcentaje de los jóvenes que vive emancipado de sus padres no ha disminuido, sino que más bien ha aumentado, a pesar del aumento del precio de la vivienda).
A menos que a lo de "digno y adecuado" le añadamos la coletilla de "cerca de mis padres" o "cerca del trabajo", y excepto en los casos de pobreza y marginación, con dinámicas propias y peculiares, el derecho a la vivienda está de hecho garantizado para la mayoría de la gente. Como era, por otra parte, de esperar, en una economía capitalista avanzada de comienzos del siglo XXI.
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