Denuncias por vivienda

Contra la vivienda indigna. V de Vivienda. Todos juntos podemos.

viernes, agosto 17, 2007

Madrid (2)

De aquí a la eternidad

Lo primero sin duda es este ensanchamiento
de la respiración, casi angustioso.
Y la especial sonoridad del aire,
como una gran campana en el vacío,
acercándome olores
de jara de la sierra,
más perfumados por la lejanía,
y de tantos veranos juntos
de mi niñez.

Luego está la glorieta
preliminar, con su pequeño intento de jardín,
mundo abreviado, renovado, puro
sin demasiada convicción, y al fondo
la previsible estatua y el pórtico de acceso
a la magnífica avenida,
a la famosa capital.

Y la vida, que adquiere
carácter panorámico,
inmensidad de instante también casi angustioso
-como de amanecer en campamento
o portal de belén-, la vida va espaciándose
otra vez bajo el cielo enrarecido
mientras que aceleramos.

Porque hay siempre algo más, algo espectral
como invisiblemente substraído,
y sin embargo verdadero.
Yo pienso en zonas lívidas, en calles
o en caminos perdidos hacia pueblos
a lo lejos, igual que en un belén,
y vuelvo a ver esquinas de ladrillo injuriado
y pasos a nivel solitarios, y miradas
asomándose a vernos, figuras diminutas
que se quedan atrás para siempre, en la memoria,
como peones camineros.

Y esto es todo, quizás. Alrededor
se ciernen las fachadas, y hay gentes en la acera
frente al primer semáforo.

Cuando el rojo se apague torceremos
a la derecha,
hacia los barrios bien establecidos
de una vez para todas, con marquesas
y cajistas honrados de insigne tradición.
Ya estamos en Madrid, como quien dice.

Jaime Gil de Biedma, Moralidades

Counter
Site Counters