Malas pagas
DENUNCIAS POR VIVIENDA
Absentismo laboral. Cuánto obrero explotado sería feliz si su jefe decidiese no trabajar tanto, que bajase el acelerador y pensase dónde va. Bastaría solamente con que la ley de la simulación (trabajo muchas horas porque estoy muchas horas en mi puesto: la cultura del presentismo) no fuera la ley que rije el mercado laboral. Horas no equivalen a esfuerzo. Ni siquiera a implicación... empresarial. Pero esto, la cultura presentista, es lo de siempre, lo tradicional, lo que conservamos, lo asumido por derechas y izquierdas. Lo que no da (aparentemente) demasiados problemas. A un obrero mal pagado es difícil convencerle de que tenga fe en su obra. Sigue mal pagado.
Etiquetas: absentismo laboral, contratos, reforma del mercado laboral
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