De risa (y de llanto). En el pecado llevan la penitencia
DENUNCIAS POR VIVIENDA
Que el sistema (político, empresarial, laboral...) está corrompido de arriba abajo, pocos lo dudan a estas horas. Y no valen paños calientes. Ya no. La segunda restauración borbónica (también) nos ha salido rana. Ya es tarde para casi cualquier cosa, y la vejez del país se ve claramente en las ráfagas que vemos en la tele del bar. El daño está hecho; la factura, pendiente... Las palabras corteses, los parlamentos estudiados, a estas alturas, sobran.
Por eso da risa oír por la tele la versión gubernamental tratando de tratar al parado (y más, si está hipotecado) sentimentalmente, cuando ellos fueron co-autores del robo hipotecario, el asesinato silente. Da risa oír las medidas de vendedor de crecepelo (y de libros por él no escritos) del ex-presidente herido, y como morlaco, hiriente, ante su obra cristalizada: una sociedad de propietarios hipotecados a un techo, a la vez que preconizan la movilidad laboral y el despido barato. Da risa oír a Llamazares, pobre IU, clamando por el ladrillazo, él, que quienes ya no vemos los telenoticias (los resúmenes corren por nuestra cuenta) y aún tenemos memoria -"La televisión genera olvido" dijo alguna vez Pierre Bordieu- recordamos su petición de una ley de punto final (de asesinados y asesinos inmobiliarios) cuando vio la ciudad de 'El Pocero', residencial Paquito Hernando una mañana en la foto de primera de El País. Y quería poner punto final... en su línea. Da risa oír a los nacionalistas de diverso pelaje crecerse en la adversidad de la ola ladrillera que se nos viene encima, como el matador ventajista que saca pico cuando la alimaña embiste. Y yo no he hecho ná (o no m'acuerdo). Da, en fin, mucha risa oír a Rosa Díez acordarse de Cervantes, ella que amanece con una ejemplar bajo el brazo cada mañana, a qué dudarlo. Da risa ver cómo la suficiencia y la malevolencia públicas no tienen fin en nuestra querida España. (Pero la inmobiliaria Nozar parece que puede presentar concurso voluntario de acreedores esta tarde o mañana, si los bancos le deniegan un nuevo chute: ampliar su fianza, el crédito que no van a poder devolver... y eso hace que la risa se convierta en... ¿tronchamiento, tal vez? Pagaremos lo que quede de saldo entre todxs... pero, da mucha risa... y, por supuesto) continuará...
Etiquetas: debate sobre el estado de la nación, declaraciones, interferencias, tras el boom del ladrillo
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