Martinsa-Fadesa reúne esta tarde al consejo para analizar el concurso de acreedores

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Después del desplome del 33% sufrido el pasado viernes, y cuando ya perdía otro 24,74% en el día de hoy, la CNMV ha suspendido la cotización de la empresa inmobiliaria. Los inversores habían precipitado su huida de Martinsa-Fadesa ante la posibilidad de que se vea forzada a recurrir al concurso de acreedores, para lo que ha convocado esta tarde al consejo de administración.

La suspensión de cotización se ha producido transcurrida la primera hora de la jornada, un periodo más que suficiente para que la cotización de la inmobiliaria añadiera otro 24,74% a su desplome.

En el comunicado remitido por la CNMV, explica su decisión de suspender a Martinsa-Fadesa mediante la fórmula de "por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre los citados valores".

Minutos después de la suspensión, la empresa inmobiliaria ha comunicado a la CNMV que esta tarde, a partir de las 16:30 horas, celebrará una reunión de su consejo de administración, sin ofrecer más detalles.

Las circunstancias que perturban desde el viernes la cotización de la inmobiliaria son sus problemas financieros. Al final de la semana pasada comunicó a la propia CNMV la solicitud de una prórroga, hasta el 7 de agosto, para lograr un crédito de 150 millones de euros. En su nota, reconocía que si no logra este préstamo, podría causar el vencimiento anticipado de la refinanciación acordada con 45 entidades.

Las incertidumbres sobre la financiación de Martinsa-Fadesa hundieron un 33% sus acciones el pasado viernes, y la casi certeza de la suspensión de pagos agravó hoy otro 24,74% su caída en bolsa.

Entre los bancos acreedores se da por seguro que esta semana presentará concurso de acreedores. De hecho, las entidades financieras están armándose legalmente, y construyendo toda la arquitectura jurídica necesaria, para afrontar ese proceso. Entre los mayores acreedores de Martinsa-Fadesa, grupo presidido por Fernando Martín, están La Caixa y Caja Madrid, con cerca de mil millones de euros de deuda cada uno, y Banco Popular, que cuenta con créditos de unos 400 millones de euros.