Sando y Caja Madrid retan al parón inmobiliario
C. Morán y S. Onrubia/ Madrid, Sevilla
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La entidad financiera se convierte en el principal prestamista para un proyecto de 16.000 pisos en Sevilla en el que la constructora es el mayor accionista. Un 30% de la macrourbanización será de protección oficial, el mejor refugio en época de ajustes.
La crisis inmobiliaria va por barrios. Es selectiva y no afecta a todos los proyectos por igual. Prueba de ello es el paso dado por Sando, que ha obtenido crédito bancario para financiar una nuevo barrio en Sevilla (denominado Nuevo Distrito Santa Bárbara) de 16.000 viviendas, un 20% de protección oficial.
Según fuentes del mercado consultadas, la constructora, presidida por José Luis Sánchez, ha obtenido un crédito de 230 millones de euros para hacer frente a las obras, que se iniciarán a primeros del año que viene. La compañía de raíces malagueñas es el principal promotor de una sociedad denominada Desarrollo Urbanístico de Sevilla (Duse), en la que también participa Realia (participada por la caja madrileña). El Ayuntamiento de la ciudad también forma parte de la iniciativa al hacerse cargo de un conjunto de 2.000 viviendas.
El crédito supone la mayor suma prestada para una iniciativa de estas características desde que la sombra de la crisis inmobiliaria comenzó a nublar al sector. En Sando, reconocen que el mercado se ha desacelerado, pero advierten de que el frenazo es menos brusco en determinados segmentos del negocio. “En donde el parón es más evidente es en el subsector de la segunda residencia o vacacional”, señalan.
Sin embargo, los proyecto bien diseñados, con estudios serios de viabilidad y con una importante carga de vivienda protegida, siguen teniendo el respaldo de la banca. “Eso sí, con unos diferenciales algo mayores a los de hace un año”, reconocen. Es decir, la financiación se ha encarecido. En el caso de Sando, la ralentización del sector ha tenido efectos sólo colaterales, y confían en cerrar el ejercicio apenas un 30% por debajo de lo presupuestado en enero.
Para evitar sustos mayores, algunas compañías como Sando han optado con fuerza por la diversificación. Del 100% de su negocio, sólo un 26% está relacionado con el inmobiliario. Aunque la última adquisición del grupo, la inmobiliaria Agofer por 220 millones de euros, podría ser interpretada como una mayor exposición al riesgo, desde la constructora apuntan que ha incrementado la calidad de la división.
En 2007, la empresa prevé cerrar por encima de los 1.000 millones de facturación, con una resultado bruto de explotación (ebitda) en el entorno de los 100 millones. Otro de los colchones salvavidas del grupo es su posicionamiento en el mercado residencial de Europa del Este, principalmente, en Polonia.
Fruto de la diversificación, Sando prepara una oferta para presentar a la licitación de la autopista méxicana de Irapuato. La inversión asciende a unos 70 millones de dólares. La compañía se encuentra en discusiones con varias constructoras para presentarse conjuntamente. Además, también prepara otras posibles ofertas de autopistas: el tramo Mitla-Tehuantepec, el peaje de La Piedad y el peaje de Chihuahua.
Etiquetas: Caja Madrid, crisis inmobiliaria, el problema de la vivienda, VPO

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