La crisis subprime reaparece con fuerza y atormenta a las bolsas mundiales

Alberto Cañabate/ invertia

El golpe de efecto de Santander sirvió de poco. El deterioro en la valoración de los activos de Wachovia y Barclays –éste último lo niega- por la crisis subprime vuelve a poner en tela de juicio los guarismos en los que se mueve el mercado. Ello, unido al desplome de las tecnológicas, los malos presagios de Ben Bernanke sobre la economía, el debilitamiento del dólar y el imparable encarecimiento del crudo llevaron al Ibex 35 a una caída al cierre del 1,35% hasta los 15.731 puntos, por lo que en la semana se deja el 0,58%. Apenas las energéticas resistieron el envite en un claro trasvase de capital de los valores financieros.

Los temores acerca de los efectos de la crisis de las hipotecas de alto riesgo de EE UU se vuelven a amontonar. Hoy, Wachovia siguió los pasos de sus colegas Citi, Morgan Stanley y Merrill Lynch y se apresuró a anunciar provisiones por la depreciación de sus activos subprime. Barclays llegó a caer un 9% entre rumores de que está preparando un anuncio sobre una amortización por depreciación de activos de hasta 10.000 millones. Desmentidos por el banco británico. Y todo ello mezclado con el desplome en la confianza del consumidor estadounidense y la previsión de ralentización severa de la economía norteamericana, lo que ha minado a los valores tecnológicos. La mejora de la balanza comercial de EE UU apenas atemperó la extrema debilidad del dólar.

La nueva crisis del sector financiero está provocando un claro trasvase de dinero hacia los valores energéticos, menos expuestos a la crisis por sus ingresos recurrentes y el alto yield con el que retribuyen a sus accionistas. Además, la reorganización del sector aún colea en el ambiente. Unión Fenosa lideró los avances del selectivo con un repunte del 2,4% hasta los 48,22 euros, máximos históricos.

Tras ella, Gas Natural (1,85%), soltera en un entorno de gigantes energéticos, y Repsol YPF (1,31%), animado por las compras del broker de Santander, que se ha hecho con más del 0,3% de la petrolera de forma neta. Iberdrola y Endesa solventaron la sesión con ligeras caídas del 0,17 y del 0,08%.

Por el contrario, las constructoras ha sido el sector que más penurias ha pasado en la sesión. Acciona vivió una jornada de masiva toma de beneficios y acabó por ceder el 5,6%. Ferrovial y Sacyr perdieron cerca del 4%, mientras que ACS (-1,49%) y FCC (-1,02%) retrocedieron en menor medida.

Los bancos españoles se contagiaron de las perdidas generalizadas del sector financiero de todo el mundo, aunque soportaron mejor las pérdidas. Santander perdió un 1,47% a 14,78 euros, mientras que BBVA se dejó el 1,51%. Los bancos medianos cerraron con retrocesos cercanos al 0,5%. Del resto de valores de peso en el selectivo, Telefónica perdió el 2,61% hasta los 22,39 euros.

En el mercado continuo, Campofrío destacó con un avance del 3,64%, seguido de Adolfo Domínguez (2,81%), que este año acumula retrocesos del 40%. Dermoestética fue la acción más castigada con caída del 6,15%, seguida de Avanzit (-5,97%). Ambas presentan pérdidas en el año superiores al 20%.

En Europa, como en el resto del mundo, la banca vivió una sesión aciaga. Fortis acabó con un retroceso del 4,05%. Credit Agricole y BNP Paribas cedieron en torno al 4% también. ArcelorMittal (-5,37%) y Nokia (-4,24%) coparon, en todo caso, los mayores retrocesos del Eurostoxx 50. Al contrario, RWE (2,19%), E.ON (1,35%) y Deutsche Boerse (1,38%) lideraron las alzas para beneficio del DAX Xetra, que liquidó la jornada con una ligera caída del 0,09%. El CAC cayó el 1,91%.

Respecto a las materias primas, el petróleo se ha movido de forma muy volátil a lo largo de la jornada. Ahora, el futuro del barril de Brent sube un 0,2% hasta los 93 dólares, mientras que el WTI cotiza por encima de los 96.

El dólar atenuó sus pérdidas contra el euro después de conocerse el dato de balanza comercial en EE UU, con un déficit menor de lo previsto, y a pesar de la caída de la confianza del consumidor a su nivel más bajo en dos años. Una moneda comunitaria se intercambia ahora por 1,4662 billetes verdes. El bono español a 10 años, por su parte, no mueve su rentabilidad del 4,26%.