Navarra: La " bolsa de alquiler" logra captar sólo 250 viviendas tras 5 años de vigencia

El Gobierno foral es el gestor por medio de Vinsa y prevé fomentar el sistema

La bolsa de alquiler del Gobierno de Navarra, por el que propietarios de viviendas pueden cederlas a Vinsa para que la sociedad pública las alquile, ha conseguido sólo poco más de 250 pisos desde que entró en vigor en 2002. Vinsa paga al dueño de la vivienda entre 5,3 y 7 euros por metro cuadrado cada año, durante cinco años y medio, y la sociedad pública alquila el piso a personas que cumplan los requisitos. Desde el departamento de Vivienda del Gobierno foral afirman que los datos conseguidos hasta el momento van a llevarles a replantear la bolsa de alquiler, con el objetivo de impulsarla. Sin embargo, se amparan en que sólo el 8% de los navarros que habitan una casa es alquilado, frente al 92% de propietarios.

MARCOS SÁNCHEZ. diariodenavarra.es
PAMPLONA, 16/9/2007

«No es sencillo movilizar las viviendas que los ciudadanos no quieren alquilar por el motivo que sea. Pueden no necesitar el dinero, les da igual tener una vivienda desocupada o ya les vale con lo que revaloriza el precio de año en año. No es sencillo obtener resultados ni con la política del palo, mediante una subida de la contribución, ni la de la zanahoria. Si a alguien le garantizas la conservación del inmueble, que Vinsa corra con todos los desperfectos, le dices que le vas a pagar el alquiler esté el piso ocupado o vacío, garantizas el pago y le haces un seguro, y pese a eso la respuesta ciudadana no es considerable, pocas cosas más puedes hacer», manifiesta el consejero de Vivienda del Gobierno de Navarra, Carlos Esparza, quien, pese a las dificultades, es partidario de seguir fomentando la bolsa de alquiler.

La bolsa nació en 2002 con el propósito fundamental de sacar al mercado el mayor número posible de viviendas libres desocupadas para ponerlas a disposición de un público mayoritariamente joven, que no puede acceder a la compra y tampoco se puede permitir pagar alquileres altos.

El propietario de la vivienda vacía cede ésta a Vinsa y firma un contrato por cinco años y seis meses. Dependiendo de cómo sea el piso, la sociedad pública paga al dueño que cede su vivienda entre 5,3 y 7 euros por metro cuadrado. Así, el propietario de un piso de 90 metros cuadrados que lo cede para que sea alquilado obtiene unos 600 euros mensuales, independientemente de que la vivienda esté habitada o vacía a lo largo de los cinco años y medio de contrato. La falta de ascensor, calefacción, garaje o trastero hace que disminuya proporcionalmente el precio del alquiler. Vinsa elabora una ficha técnica con las características básicas de la vivienda que se cede, que sirve para valorarla y hacer el inventario. En el caso de que sea necesaria la rehabilitación del inmueble, el informe se remite a ORVES (oficina de rehabilitación).

Vinsa asegura al propietario la conservación del inmueble y, a término de los cinco años y medio, lo devuelve libre de inquilinos. La bolsa incluye un seguro multirriesgo, que paga la administración y cubre los siniestros que puedan originarse en el piso.

«Al principio empezamos siendo simplemente un intermediario entre el propietario y el inquilino y avalando un seguro de daños. Como el propietario podía seguir desconfiando de que no le iban a pagar, nosotros sí se lo garantizamos. Pague o no el inquilino a Vinsa, Vinsa le va a pagar al propietario. Deja su vivienda a Vinsa y Vinsa le garantiza que dentro de cinco años y seis meses se la devuelve en perfecto estado», explica Jesús Javier Ascunce, director general de Vivienda del Gobierno foral.

Propietario e inquilino no tienen relación, ya que Vinsa establece contratos independientes con cada uno. Para acceder a estas viviendas en alquiler, los inquilinos deben presentar unos ingresos máximos equivalentes a los que se precisan para el acceso a las VPO de régimen general.