La titulización hipotecaria de más riesgo se triplicó en España en 2007
Luis Aparicio/ invertia
Los bonos de titulización españoles de más riesgo –englobados en los Bonos de Titulización de Activos- han triplicado en lo que va de año a los emitidos en igual periodo de 2006, pasando de los 23.000 millones de euros a los 67.000 millones de este ejercicio. Una titulización ligada en su mayor parte al mercado inmobiliario ya que el grueso lo componen hipotecas residenciales, crédito hipotecario, cédulas hipotecarias y préstamos a la construcción. Unos bonos que recogen la financiación a constructores y viviendas en las que los créditos superan el 80% del valor de tasación. El mercado de la titulización empieza a resentirse tras la crisis subprime de EE UU.
“No hay paralelismos… nada tiene que ver con los bonos subprime de EE UU”, apuntan desde el mercado de AIAF de Renta Fija en el que se negocian los bonos de titulización españoles. “Los bonos españoles están calificados con las mejores notas, algunos hasta por tres firmas de calificación distinta, como es el caso de las cédulas cedentes”, explican.
A lo largo del año se ha producido un curioso fenómeno, ya que los Bonos de Titulización Hipotecaria (BTH) que comprenden aquellos créditos que financian como máximo el 80% del valor de una vivienda se encuentran en claro retroceso frente a los Bonos de Titulización de Activos (BTA) con una naturaleza de más riesgo, ya que no sólo se respaldan, dentro del mundo inmobiliario, en hipotecas que superan el 80% del inmueble tasado, sino que además recogen préstamos a la construcción.
Los datos son elocuentes. Mientras que los BTH este año han ido para abajo en admisiones y negociación en la AIAF, los BTA se han multiplicado. Desde AIAF insisten en que tanto unos como otros están calificados y que cuentan con grados de solvencia excelentes que vienen respaldados en las bajísimas tasas de morosidad en la economía española. Pues bien, las emisiones de BTH han pasado 4.250 millones en los siete primeros meses de 2006 a sólo 2.014 millones de euros. Cifras minúsculas si se comparan con los BTA que pasan de 23.019 millones en 2006 a 67.516 millones de este ejercicio. Eso sí, aunque con poco peso en el conjunto, los BTA incluyen en menor medida préstamos personales y al consumo, préstamos a pymes y al sector público.
El mercado se resiente
Pese a la buena salud que ofrecen en España los bonos respaldados por el mercado inmobiliario, las consecuencias de los bonos basura estadounidenses (conocidos como subprime) se ha hecho sentir en el mercado AIAF de Renta Fija y afectará a lo que queda de año. Por el momento, se mantienen los buenos crecimientos y de enero a agosto, el volumen de total de papel nuevo (incluyendo pagarés, bonos de empresas…) que ha llegado al mercado ha crecido el 20,74%, hasta los 449.439 millones de euros.
Dos son los efectos que apuntan desde el mercado. De un lado, la menor liquidez esperada como consecuencia del contagio que lleva a muchos inversores a rechazar cualquier activo que tenga que ver con el mercado inmobiliario. En este sentido, se espera una caída de negociación de estos activos con independencia de su solvencia.
La otra consecuencia directa es la elevación del diferencial respecto a la deuda pública. Durante esta crisis en el mercado secundario se ha producido un aumento del spread entre 0,10 y 0,30 puntos. Antes el diferencial estaba en 0,30 puntos (30 puntos básicos) y ahora llega hasta 0,60 puntos. Según apuntan desde AIAF algunos emisores retrasarán la salida de este papel porque no les interesa pagar este sobrecoste derivado de la crisis crediticia de Estados Unidos. Este diferencial no ha afectado tanto a los bonos de empresas, sobre todo las grandes, que mantienen sus niveles iguales sin que les haya afectado la crisis. Los inversores temen todo lo relacionado con la palabra hipoteca.
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