Contundencia de las cajas

GACETA DE LOS NEGOCIOS

Ante la actual situación de crisis hipotecaria y reducción internacional del crédito, las cajas de ahorro españolas han anunciado que, de alargarse la misma, restringirán el crédito. ¿Significa que estas entidades pueden estar más sensiblemente expuestas a problemas de liquidez por su significación en los préstamos hipotecarios? En absoluto. Más bien es todo lo contrario. En la reunión que el gobernador del Banco de España tuvo con los bancos y con la CECA quedó patente que las cajas prestan, en este momento, más dinero en el mercado interbancario del que obtienen o captan.

Además, las cajas han mejorado su exposición a problemas inmobiliarios disminuyendo la proporción de la financiación de viviendas en su negocio, que pasó del 29% en junio de 2006, al 18% en junio de 2007, ayudadas sin duda por el frenazo inmobiliario, pero sobre todo por la imposición de mayores restricciones y el endurecimiento de criterios en la concesión de créditos.

Pero previenen que el cumplimiento escrupuloso de los criterios para conceder préstamos puede extenderse al resto de entidades financieras, si no se aclara la situación, que prevén pueda alargarse más de lo previsto. El problema, ya conocido, es que diversas entidades extranjeras han prestado o colaborado en fondos de riesgo que facilitaron dinero a operaciones inmobiliarias también de alto riesgo. Y con el volumen y velocidad de la movilidad de capitales, cualquiera es sospechoso.

El resultado es que en el ámbito financiero —y en el bursátil— nadie se fía de nadie, cuando no se infunden falsas especies, como la del director del Northern Rock sobre bancos españoles. Y los hechos, como el freno en los beneficios de importantes bancos internacionales, vienen a corroborar las sospechas, porque nadie sabe en realidad cuánto supone en las carteras de negocios de las entidades financieras los productos con alto riesgo.

En España esos productos son escasos, cuando no simbólicos; pero aquí se han otorgado créditos por el 100% del valor de la prenda y si ahora se produce un incremento en la morosidad, puede reproducirse alguna situación ya vivida en los 90. Las cajas piden por ello transparencia sobre los riesgos, máxime cuando varias de ellas están embarcadas en salidas a bolsa o en expansiones internacionales.