La banca pierde 9.100 millones en bolsa por la crisis inmobiliaria
Aunque los expertos insisten en que las entidades españolas están muy poco expuesta a las hipotecas basura, la bolsa pasa por alto los matices. Aún así, sus acciones han caído menos que la media europea en el último envite.
Desde que el pasado 18 de julio se hiciera oficial la quiebra de dos fondos de Bear Stearns y se volvieran a encender las alarmas sobre la crisis de hipotecas de alto riesgos (subprime), los seis bancos del Ibex 35 han perdido 9.093 millones de su valor en borsa, un 4,64% del total. Esta cifra casi equivale a la capitalización de un banco mediano como Sabadell.
Para las entidades nacionales, éste es el efecto más visible de una crisis a la que, por su parte, casi no tienen ninguna exposición directa, según repiten insistentemente los analistas. La banca española es fundamentalmente minorista, y, con la excepción de Santander y BBVA, está centrada en el negocio nacional. Para decirlo de otra forma, en las carteras crediticias de los bancos nacionales prácticamente no hay hipotecas de alto riesgo.
Un informe de Standard & Poor’s cifraba en 28.000 millones de euros los préstamos hipotecarios de riesgo que hay en España, apenas un 3% del total de las hipotecas concedidas por las entidades. Sin embargo, analistas de la propia agencia matizan que el término subprime en España no coincide del todo con el concepto que se usa en EEUU y que, si se quisiera utilizar el término en un sentido estricto, el porcentaje sobre el total no llegaría al 0,4%. “No debe haber más que unos 10.000 o 12.000 millones en este tipo de productos”, coincide un directivo de un banco mediano.
Más allá de la exposición directa, hay otros aspectos que podrían involucrar a los bancos extranjeros en la crisis subprime de EEUU, pero la mayoría sólo toca tangencialmente a las entidades españolas, según aseguran los expertos. Es el caso de la exposición a los bonos respaldados con activos de riesgo, que representan un porcentaje muy pequeño de las carteras de los bancos españoles, a diferencia de lo que pasa, por ejemplo, con los alemanes.
En los últimos años, los bancos españoles se han centrado en dar créditos hipotecarios dentro de sus fronteras. La demanda de financiación para vivienda, soportada por la boyante evolución macroeconómica, les proporcionaba suficiente negocio como para evitar que cayeran en la tentación de tener que buscar rentabilidades elevadas invirtiendo en bonos de riesgo, explica un analista de Fitch.
Analistas Financieros Internacionales (AFI) coincide en este argumento y añaden que la banca española tenía la preocupación de buscar financiación en el mercado mayorista para satisfacer la demanda interna de hipotecas, mientras otras entidades, como las alemanas, necesitaban encontrar activos rentables donde invertir, por el escaso crecimiento de su mercado doméstico de crédito.
Sin embargo, otros expertos subrayan que si empezaran a caer los precios de los bonos corporativos, las carteras de renta fija de algunos de los principales bancos sí se verían afectadas.
Apetito
Los expertos tienden a resumir la situación actual como una corrección de excesos, en la que los inversores han perdido apetito para el riesgo. Según S&P, en el mercado sigue habiendo liquidez, pero la menor propensión al riesgo está encareciendo la financiación, para todas las compañías, no sólo las financieras.
En AFI destacan que “la percepción de un mayor riesgo de crédito está ampliando el diferencial entre los bonos del Tesoro y la deuda empresarial” y añaden que esta situación sí repercutirá sobre la banca, que se financia en cerca de un 50% en el mercado mayorista. Un efecto que, según destaca un directivo bancario, puede ser mitigado por la mayor captación de pasivo, sobre todo bajo la forma de depósitos.
En este sentido, resalta cómo las entidades españolas han sabido idear complejas estructuras de depósitos, como los productos indexados, que ofrecen elevada rentabilidad al cliente sin suponer un exceso de gasto para el banco.
Por eso, la necesidad de financiación mayorista ya no sería tan fuerte. El cuarto aspecto de la crisis subprime que puede afectar, y de hecho está afectando a los bancos españoles, es la propagación de los temores al conjunto del mercado. “Ante la quiebra de algunos hedge funds, otros deciden deshacer posiciones en determinados activos”, explica un experto que añade que el riesgo estaría en que todo esto derive en una crisis sistémica.
Algo que, por el momento, la mayoría de los analistas rechaza. “Los mercados mundiales estaban infravalorando el riesgo. Ahora, en realidad, estamos volviendo a la normalidad, sólo que está pasando muy de prisa y esto asusta”, dicen en AFI. El hecho de estar en verano, cuando la liquidez en los mercados baja, amplía además los fenómenos de volatilidad.
Pero, a pesar de las llamadas a la calma de los expertos, y a pesar de que agencias de ráting como Fitch subrayan que en España se cuenta con el valor añadido del regulador, ya que “el Banco de España da mucha seguridad por su labor de supervisión”, los mercados castigan a los bancos. Varios directivos del sector admiten que “los inversores institucionales de EEUU no quieren ni oir hablar de los bancos españoles”.
Las alarmas sobre la presunta burbuja inmobiliaria española, aderezados con los problemas hipotecarios que vive EEUU, son las causas que han generado este efecto. Y, contra los miedos de las bolsas, a menudo no pueden ni los buenos resultados empresariales.
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Etiquetas: crisis financiera, hipótecas
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