Los avisos de la CNMV no calan en las inmobiliarias
J. Sánchez Arce/ expansion
Empresas y consultoras admiten que las demandas del organismo regulador de los mercados no aportan ninguna novedad a las normas internacionales por las que se rigen actualmente.
La reacción del mundo inmobiliario a las recomendaciones publicadas esta semana por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) relativas a las prácticas que deben imperar en las relaciones entre inmobiliarias cotizadas y consultoras, así como en la metodología de la valoración de los activos, no se ha hecho esperar.
A pesar de que los operadores del sector eran conscientes de las intenciones de la CNMV a este respecto (han mantenido consultas con el organismo durante todo el año) reconocen que las recomendaciones ha supuesto “un toque de atención” innecesario al sector, no por la invalidez de sus contenidos, que nadie cuestiona, sino por el hecho de que ya se vienen aplicando en su integridad.
Entre otras, la CNMV reclama criterios reconocidos en la tasación de los activos inmobiliarios, y mecanismos que garanticen la independencia en la relación consultor-cliente y la ausencia de conflictos de interés (ver Expansión del 2 de julio).
Tensiones
A nadie se le pasado por alto que el organismo que preside Julio Segura ha escogido una fecha estratégica para publicar las recomendaciones. Concluido el primer semestre, las inmobiliarias están obligadas a actualizar el valor de sus activos a fecha de 30 de junio, en un mercado azotado por fuertes tensiones y que ha cambiado radicalmente desde la última actualización obligatoria, en el mes de diciembre.
A diferencia de los activos del mercado hipotecario, fondos de pensiones, aseguradoras y entidades financieras, cuya valoración está regulada por ley, la tasación de los activos de las empresas cotizadas carece de un marco legislativo en España. Pese a que no tiene capacidad normativa en esta materia, la CNMV considera que el mercado exige ahora más profundidad.
“Todas las inmobiliarias aplican escrupulosamente la práctica totalidad de las recomendaciones. Tal vez las peticiones de mayor implicación del comité de auditoría en el proceso de contratación de la valoradora y la conveniencia de la rotación son las que menos se cumple, pero el resto no es sino una práctica común”, explican fuentes de una inmobiliaria cotizada.
Expansión ha consultado a una lista representativa de empresas y consultoras, y la respuesta es idéntica en todos los casos. “Las recomendaciones son razonables, pero no son novedosas. Las consultoras siguen a rajatabla las normas internacionales de valoración y el libro rojo de la Royal Institution of Chartered Surveyors (Rics) y los comités de auditoría de las empresas verifican siempre las tasaciones”, señala un experto del sector.
Consultoras como Aguirre Newman o CB Richard Ellis explican que, en su organización, ya existen murallas chinas que garantizan la separación y la independencia entre los departamentos de valoraciones y de inversiones o de operaciones.
Empresas como Afirma o Metrovacesa, entre otras, aseguran que desarrollan todas las prácticas contempladas por el supervisor. La Asociación Profesional de Sociedades de Valoración (Atasa), entre cuyas actividades, la mayoría de ellas reguladas, figura la valoración de activos para empresas, recuerda que sus asociadas extienden la metodología de sus prácticas reguladas por la ley del mercado hipotecario y el Real Decreto 775/97 fuera del ámbito regulado.
En resumen, todos aseguran cumplir. Tal vez por ello, el mercado espera con preocupación las actualizaciones del valor de activos que publicarán las inmobiliarias en sus cuentas del primer semestre.
Etiquetas: ante el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, CNMV, tasaciones
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