Inmobiliarias, la crisis acaba de empezar
EXPANSIÓN
Una agresiva política de desinversiones para captar liquidez o convencer a las entidades acreedoras para que accedan a refinanciar la deuda son las dos opciones de las inmobiliarias para afrontar un incierto futuro. El afán de crecimiento vía adquisiciones, fomentado durante años por la facilidad de acceso al crédito, ha llevado a las cotizadas a acumular una deuda de 38.000 millones de euros –un 12,5% del total del negocio–, de los que unos 6.000 millones vencen este año.
Martinsa-Fadesa acumula una deuda que supera los 5.000 millones y debe afrontar vencimientos por prácticamente el 50% durante 2008, con un beneficio bruto de explotación negativo de 16 millones en sus cuentas consolidadas. La deuda, por tanto, puede resultar traumática para muchas de ellas.
Más aún cuando sufren una seria reducción de sus ingresos tras el estancamiento de las ventas y una devaluación de sus activos, entre otros motivos, por la entrada en vigor de la Ley del Suelo. Y parece que lo peor aún está por llegar. Las ventas de viviendas sobre plano, que permiten prever la evolución del negocio los próximos años, han caído entre el 50% y el 60%. Vallehermoso, la división de promoción de Sacyr, no es ajena a esta situación.
Aunque ha salido mejor parada, sus preventas han caído un 21,1%. La crisis inmobiliaria no ha hecho más que empezar.
Etiquetas: burbuja inmobiliaria, endeudamiento de las inmobiliarias

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