Denuncias por vivienda

Contra la vivienda indigna. V de Vivienda. Todos juntos podemos.

viernes, enero 25, 2008

El presidente de la CECA advierte de otra posible «oleada» de inversiones contaminadas por «subprime»

M. P./ M. S. G./ abc
Madrid


El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, advirtió ayer de que tras la primera oleada de hipotecas de alto riesgo («subprime») procedente de Estados Unidos, que ha originado una crisis financiera, podría llegar una segunda que implicaría a instituciones aseguradoras muy singulares denominadas «monolines», parte de cuyos activos están en manos de entidades españolas.

Quintás dijo en el Foro ABC -organizado por ABC y Deloitte y patrocinado por American Express-, que las «monolines» estadounidenses son empresas que tienen asegurados en la actualidad emisiones de otros agentes valorados en más de dos billones de dólares.

En un principio las «monolines» aseguraban emisiones de ayuntamientos y entidades locales, y las agencias de calificación financiera («rating») catalogaban esos bonos con la máxima categoría «AAA», lo cual supone teóricamente una garantía de poder hacer efectivos esos bonos y atraía a las principales entidades inversoras.

Sin embargo, Quintás precisó que las «monolines», atraídas por la expansión de los préstamos hipotecarios, se lanzaron también «a asegurar activos tóxicos o «subprime»». Añadió que aunque no llevan mucho tiempo en este negocio, las «monolines» se encuentran actualmente «al borde de la quiebra o de la recalificación de sus activos» por las agencias de «rating». Es decir, si la calificación de esos activos fuera rebajada, muchas de las instituciones y empresas que por sus estatutos no pueden invertir más que en títulos de la máxima calidad («AAA»), se verían obligados a venderlos, lo que provocaría «una venta concentrada en el tiempo» de nefastas consecuencias.

Riesgos para España

El presidente de la CECA quiso dejar claro que, al igual que con el terremoto «subprime», las entidades financieras españolas apenas están expuestas a los riesgos de las «monolines» que provienen del otro lado del Atlántico, porque no han participado de este tipo de negocios en la misma medida que otras entidades norteamericanas o europeas.

Para Quintás, «ha habido un par de operaciones mínimas de aseguramientos por parte de «monolines»» en la banca española. Según dijo, «en España no existen «monolines», pero una enorme cantidad de títulos emitidos por entidades norteamericanas de toda solvencia y con una calificación «triple A» están en poder de instituciones españolas». Esto podría provocar que, si se produce una devaluación de estos activos por parte de las agencias de «rating», «valdrán menos y habrá pérdidas».

Para intentar evitar que se produzca esta segunda oleada de inversiones contaminadas, Quintás desveló que se había producido una reunión de una docena de personas en Nueva York, en la que estaba presente el regulador de seguros norteamericano y representantes de los principales bancos de EE.UU. Al parecer, en esa reunión se llegó a un acuerdo para evitar la quiebra de las compañías «monoline». Este pacto, según Quintás, es lo que habría producido «la reacción positiva» de los mercados bursátiles.

Respecto a las «subprime» dijo que las pérdidas reconocidas por entidades hasta el momento alcanzan los 133.000 millones de dólares, pero las estimaciones «más razonables y prudentes las cifran entre los 200.000 y los 400.000 millones de dólares. Yo -dijo Quintás- firmaría ahora mismo esas cifras, pero algunos las elevan hasta los 800.000 millones. Me quedaría -continuó- con la media de 300.000 millones, luego la mitad todavía tiene que aflorar».

Equiparación con Afinsa

Explicó que el motivo de este desastre económico se debía a que las tres cuartas partes de los créditos hipotecarios «subprime» en Estados Unidos no fueron concedidos por bancos ni cajas, «sino por entidades no sujetas a la supervisión del sistema bancario norteamericano, y que ni siquiera dependen de una entidad federal, sino de los estados norteamericanos. Es exactamente igual, formalmente, que lo de Afinsa», concluyó.

Fue muy contundente al afirmar que «aguardan tiempos difíciles para las entidades financieras, incluso para las que no están afectadas por activos «tóxicos»».

Peligro de impagos

A juicio del presidente de la CECA, el problema económico vendrá si a medio plazo muchos ciudadanos que han contratado hipotecas «subprime» en EE.UU. no pueden hacer frente a su pago. Reveló que este año y el que viene habrá que revisar los tipos de interés de «unos dieciséis millones de hipotecas norteamericanas. Si los tipos se mantienen altos, se producirá un aumento espectacular de la morosidad, y eso sí sería el golpe definitivo a toda la estructura financiera» relacionada con las «subprime».

En ese sentido, Quintás también habló sobre la tasa de morosidad de nuestro país, que en noviembre de 2007 aumentó hasta el 0,83%, según datos del Banco de España. Según Quintás, esta tasa de morosidad «va a crecer con intensidad, porque es un cambio de ciclo, pero las entidades están muy bien preparadas».

Escurridizo en política

Quintás se mostró especialmente esquivo a la hora de responder a las preguntas de tipo político que le formuló el director de ABC, José Antonio Zarzalejos. Así, del vicepresidente económico, Pedro Solbes, dijo que, en contra de lo que pueda parecer, pocas personas tienen «una capacidad analítica y tan observadora como la suya».

Respecto al nuevo primer espada económico del PP, Manuel Pizarro, Quintás señaló que ha demostrado «una gran sensatez, sensibilidad y dosis de inteligencia». Por último, y frente a las críticas de que las cajas pueden comprar bancos, pero no al revés, defendió el actual estatus de las entidades de ahorros en el sistema financiero español.

Etiquetas: , ,

Counter
Site Counters