Interiorizar más

GACETA DE LOS NEGOCIOS

Solbes ha dicho que no hemos interiorizado lo que significa un euro y que eso nos hace inflacionistas. El diagnóstico es certero porque el euro no es más que una de las cosas que todavía no hemos sabido interiorizar. En realidad, el verdadero problema es que tenemos muy pocas cosas verdaderamente interiorizadas, esas ideas o acciones ajenas incorporadas a la propia manera de ser, de pensar y de sentir. Interiorizar que sea poco y a ser posible, nada, que eso de pensar cuesta mogollón. Mejor que los demás piensen por mí y yo ya lo interiorizaré cuando me brote. Interiorizar es hacer propio lo que es de otro, y de ese tipo de interiorización sólo se conoce por estos pagos precisamente la que hacen con el euro los avispados, los que están al loro de interiorizarlo todo: interiorizar los euros de los demás como si fueran propios, como aquella ministra para la que el dinero público era de todos y lo gastó como si fuera suyo. A interiorizarlo y repartírselo con los amigos, que para eso está.

Puede que Solbes quiera que los españoles aprendan a interiorizar los euros de los demás, para así generalizar lo que sólo hacen bien los pocos políticos que se dedican a esto: dan cheques bebé, casas gratis y rebajas mil como si fueran ellos los que lo dan de lo suyo. Dice que es lo que falta para que baje la inflación y hay que reconocer que es una fórmula revolucionaria: interiorizar bien los euros de los demás y hacer propio lo que es de otros. El problema de los españoles sería que tienen menos cosas interiorizadas de las que tienen los políticos que manejan esa barca que a la deriva nos lleva.