'Monolines', salvavidas y rango de los mercados financieros
Antonio Iruzubieta/ finanzas
Las empresas aseguradoras de emisiones de renta fija –monolines- han recibido finalmente un flotador salvavidas con el que se ha evitado un hundimiento que hubiera arrastrado a multitud de entidades al abismo. No es una expresión muy exagerada, veamos
En un nuevo intento por prevenir un colapso financiero, ocho grandes bancos se han puesto de acuerdo para rescatar una de las mayores empresas dedicadas a asegurar emisiones de bonos, Ambac. Como sabemos, los bancos interesados en el recate son los más expuestos al tinglado crediticio, al uso de las finanzas estructuradas –para fallar- y más expuestos también a los productos derivados, muchos respaldados por valoraciones que aguantan gracias al respaldo de monolines, como Ambac.
La preocupación ante una rebaja en la calificación de la deuda de las monolines ha sido extrema. Una rebaja en la calificación del riesgo crediticio de una entidad como Ambac habría supuesto la rebaja automática de las calificaciones de miles de bonos que aseguran, y de manera inmediata, el consiguiente ajuste a la baja de los precios de dichos bonos asegurados.
Se habría iniciado entonces una espiral, efecto dominó, que habría forzado a la eventual quiebra de las aseguradoras y otras muchas entidades. Estas aseguradoras monoline se han comprometido a cubrir las perdidas ocasionadas por los bonos que aseguran, con lo que habrían tenido que afrontar cantidades de las que ni siquiera disponen. Además, los bancos, según Bloomberg, habrían sufrido unas perdidas mínimas estimadas en 70.000 millones de dólares, sólo por la perdida de valor repentina en estos bonos derivada de una rebaja en la calificación de las monolines.
Por tanto, AMBAC, MBIA y FGIC, las principales compañías aseguradoras monoline deben, como decía, atender las obligaciones contraídas con sus clientes en caso de pérdida de valor de los instrumentos asegurados, principalmente Collatelarized Debt Obligations.
El gravísimo conflicto de intereses creado entre empresas de calificación de riesgos, aseguradoras, emisores, brokers, bancos.... ha constituido uno de los principales focos desde los que se ha inoculado el virus de la desconfianza al mercado de crédito. Prueba de ello es, entre otras, la desfasada valoración de los títulos y la propia desconfianza que envuelve a un sistema crediticio del que ni se sabe cuanto cuesta.
En los pasados años, las empresas de calificación de riesgos han considerado seguros unos bonos, que no lo eran, porque sus clientes, parte interesada, les han pagado buenos honorarios por asignar calificaciones edulcoradas con el fin de aumentar la capacidad de “vender gato por liebre” y lucrarse juntos.
El resultado de la reciente operación rescate es positivo y evitará una inminente rebaja en la calificación de las monolines. Sin embargo, las perdidas potenciales son de un tamaño indescifrable hoy y por tanto no es prudente identificar este rescate con el fin de la crisis.
Según declaraciones realizadas por UBS, los modelos matemáticos utilizados por los traders para valorar el precio de los CDOs (Collatelarized Debt Obligations), mercado de 2 trillones de dólares, sencillamente ya no funcionan. Además, los modelos de correlación, que son el centro neurálgico de la valoración del riesgo de estos productos derivados, actualmente evalúan la probabilidad de que unas emisiones infectadas contagien a otras en el 100%. Motivo por el cual varios Hedge Funds de vocación cuantitativa están sufriendo perdidas en lo que llevamos de año del 15 – 20%.
Crecimiento económico
La FED ha manifestado que el crecimiento de la economía para 2.008 será del 1.6% de media pero el problema, obviado naturalmente, es que seguramente el crecimiento de los dos primeros trimestres del año será negativo. Por tanto, el crecimiento de la segunda mitad del año debería ser vigoroso, superior al 3%, lo que por otro lado confronta con la previsión de la FED de crecimiento para 2009 de sólo el 2.4%. Incongruente, y especialmente considerando la fuerte rebaja en estimaciones de crecimiento que ha realizado la propia FED respecto de la estimación de octubre. Los datos macro que están siendo publicados son francamente débiles.
Mercados
Los mercados están tratando de registrar la primera sucesión de máximos y mínimos crecientes, superiores a los precedentes, lo que introduciría una lectura técnica muy positiva. Es necesario superar los niveles de las primeras sesiones de febrero para conseguirlo. A continuación observamos los niveles relevantes de más corto plazo para los índices Ibex35 y SP500. Las líneas verdes -resistencias- y las rojas –soportes-, son las que una vez rebasadas indicarán la dirección siguiente de los mercados.


La predisposición alcista con que he venido trabajando las pasadas semanas sigue vigente.
Los datos de sentimiento de Investors Intelligence presentan todavía niveles de pesimismo considerables. Si bien es cierto que el porcentaje de inversores con predisposición alcista ha ascendido ligeramente hasta niveles del 42%, subiendo desde el 36,4% de dos semanas atrás, los de predisposición bajista muestran lecturas similares a las recogidas por las encuestas el pasado mes de agosto, en pleno estallido de la crisis subprime y justo antes del importante ascenso de los mercados de los meses de septiembre y octubre.
La compra acciones de los ejecutivos (Insiders) en determinados sectores muestra perspectivas optimistas y esta es una señal importante que suele anticipar la dirección de los mercados.
Existe gran cantidad de liquidez esperando la resolución final de este rango de precios, lo que se traducirá en un incremento significativo de volumen y presión de las compras en caso de que la ruptura sea al alza, como esperamos. El proceso de recuperación puede ser por tanto violento con objetivos en Ibex 14.200, SP500 1450 y Dow 13.200 puntos respectivamente.
Etiquetas: crisis crediticia mundial, crisis subprime, monolines

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