El problema de la vivienda: promesas electoralistas y una sola realidad

DENUNCIAS POR VIVIENDA

El final del verano coincide con la racha bajista de las principiales bolsas europeas, arrastradas, según indican infatigablemente los expertos bursátiles, por la crisis de las hipotecas baratas (o 'basura') en Estados Unidos. Florida y California, estados americanos donde los bancos españoles más han invertido, aunque tanto BBVA como Santander, de momento, no están afectados por los fondos de riesgo 'tocados', son dos de los epicentros principales de la crisis. Con este panorama global -hoy el Ibex bajaba un 1,26%, y el índice entraba en pérdidas en lo que va de 2007, arrastrado por el mal comportamiento de entidades bancarias y constructoras, fundamentalmente, y tras conocerse el mal dato sobre venta de vivienda usada en Estados Unidos, que también mantenía a Wall Street en números rojos-, y con las elecciones generales a la vista de unos meses, no es de extrañar que los dos partidos principales, Psoe y Pp, se hayan enzarzado en una lucha sin cuartel por ver quien se lleva el saco de votos que, se supone, van detrás de una política de vivienda coherente con los bajos salarios y la mala situación estructural a la que parece que se enfrentará la economía española en los próximos meses, quizás años.

Y si la presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Esperanza Aguirre, cargó ayer contra la recién aprobada Ley del Suelo, que ha denunciado ante el alto tribunal; hoy, la nueva ministra de Vivienda, Carme Chacón, se lanza al cuello de la ex-senadora conservadora, marcando como prioridad de su programa -el reemplazo del alquiler por la compra de vivienda- exenciones fiscales para quien alquile piso, que el Partido Popular se había cargado en el pasado. Por su parte, uno de los sindicatos mayoritarios, Ugt, solicita un pacto de Estado sobre suelo y vivienda que "no hipoteque a las futuras generaciones".

Para Denuncias por Vivienda esta apresurada batería de ocurrencias, filigranas verbales e intentos a codazos por ocupar titulares de prensa muestra nerviosismo por parte de las autoridades, pero no ayuda en nada a desbloquear una situación socioeconómica tan grave como la del acceso a una vivienda digna para aquellos colectivos que no pueden hacerlo y la lucha contra la precariedad en todos los ámbitos en que se da de forma punzante: desde los trabajos basura a la degradación paulatina del Estado de bienestar, privatizando empresas y mentes. En el carrusel de promesas electorales en que promete convertirse el otoño que entra, DVV sólo quiere hacer constar que estos mismos fueron quienes crearon "la burbuja" con falsas expectativas económicas y vitales, y no tenemos esperanza en que puedan resolver el problema.

En cambio, uno de los colectivos más reivindicativos, V de Vivenda, que en distintas ciudades del Estado español lleva más de un año y medio denunciando las situaciones de vivienda indigna -de la infravivienda al 'mobbing' inmobiliario, del abusivo alza de los precios de los pisos en propiedad a unos alquileres desmotivadores-, prepara nuevas movilizaciones para continuar en la lucha. La próxima manifestación: 6 de octubre en Madrid. GRITA. Ellos sí tienen credibilidad, porque denunciaron los atropellos de los voraces bancos, promotores inmobiliarios al margen de la ley fiscal, entidades crediticias sin escrúpulos, políticos corruptos e intermediarios desaprensivos -desde los "agentes urbanizadores" a los jueces prevaricadores- cuando nadie lo hacía y los medios de comunicación de masas, interesadamente, desviaban las cuestiones cuando no daban la callada por respuesta. Sumemos nuestro apoyo a sus iniciativas. Todos juntos podemos.